El compromiso con el territorio y los frescos son dos aspectos claves del modelo comercial de Bonpreu y Solivella desde sus inicios, hace ahora 50 años. La empresa es pionera en Cataluña en la comercialización de productos de proximidad, con más de 2.400 referencias —fruta y verdura, carne, embutidos, pescado, vinos y cavas con DO, aceites, etc.— en los establecimientos Bonpreu y Carrilet y BonpreuEsclat online.
Una apuesta por impulsar el sector primario y generar riqueza en el territorio que crece año tras año a doble dígito. La compañía de alimentación catalana cerró el ejercicio pasado con un volumen de compra de productos de Km0 de 314 M€, un 12% más que el año anterior. En total, son más de 600 productores locales —campesinos, ganaderos, pescadores, artesanos…— que confían en Bonpreu y Carrilet para dar salida a sus productos.
“Nuestra política de compras se hace desde el territorio. Somos de aquí, sabemos lo que quieren nuestros clientes y nos esforzamos por tener esos productos arraigados en cada comarca. Esta sensibilidad que tenemos por cada zona nos diferencia y nos hace ser una apuesta atractiva para nuestros consumidores”, explica la jefa de compras de la compañía, Neus Roca.
Una estrategia que quiere ser tracción del sector primario e impulsar la economía local, para que pequeños productores tengan la oportunidad de vender su producto y hacer crecer su negocio. “Compartimos valores y establecemos relaciones a largo plazo. En algunos casos, trabajamos con artesanos de pequeñas dimensiones que no tienen una gran estructura y sólo distribuimos el producto a nivel local. En otros casos, hemos crecido juntos a lo largo de los años y hemos podido ampliar y ofrecer estos productos de proximidad y de excelente calidad en todo el territorio”, detalla Roca.
La compañía trabaja con más de 50 productores locales de fruta y verdura a lo largo del año, llegando hasta las 200 referencias de productos frescos de Km0, que cuentan con el sello de Producción Integrada que garantiza prácticas de cultivo respetuosas con el medio ambiente. “La inversión que hemos hecho en proveedores catalanes de fruta y verdura este último año supera los 38 M€, con un incremento anual del 15%”, explica el jefe de compras de frescos del Grupo, Esteve Arimany.
En cuanto a la carne, el 88% de los proveedores son de Cataluña y en los establecimientos Bonpreu y Carrilet se ofrece uno de los surtidos más amplios que se pueden encontrar en el mercado, llegando a trabajar más de 300 referencias. La inversión en la compra de carne de proximidad superó el año pasado los 105 M€, un incremento del 19% respecto al año anterior.
El compromiso también radica en la calidad del producto y las buenas prácticas. Y es que todas las referencias de carne que pueden ser certificadas cuentan con el sello Welfair de Bienestar Animal, impulsado por el Instituto y Tecnologías Agroalimentarios (IRTA) y que garantiza unas buenas prácticas en cuanto alojamiento, salud, alimentación y comportamiento de los animales.
Sin embargo, la compañía es de los pocos distribuidores de producto fresco que cuenta con un obrador de carne propio en Balenyà donde “desde hace más de 30 años nos cortamos el cordero y el cabrito. Trabajan más de 20 personas y eso nos permite ofrecer un producto de una calidad y ternura excepcional”, afirma Arimany.
Impulsando proyectos en clave de territorio
En este sentido de apuesta de país y de velar por seguir poniendo en valor el sector primario y su riqueza, el Grupo Bon Preu participa en diferentes proyectos. El más reciente, la recuperación de la Raza Bruna de los Pirineos. Se trata de una iniciativa para preservar esta raza y mejorar su carne, al tiempo que se contribuye en la conservación económica y medioambiental de las zonas rurales del Pirineo.
Un proyecto que agrupa a toda la cadena alimentaria: ganaderos —representados por la Federación Catalana de la Vaca Bruna de los Pirineos (FEBRUPI), la cual agrupa a más de 300—; Pirinado (sala de despiece) y el Grupo Bon Preu como distribuidores del producto, que ofrece a sus establecimientos esta carne de un sabor y ternura excepcional.
Además, en torno a este proyecto la compañía ha lanzado, junto con la quesería artesana Mas Rovira, el primer queso elaborado con leche de vacas de raza Bruna de los Pirineos. Es el único que hay en Cataluña hecho con leche de una raza bovina autóctona y que se comercializa al gran consumo, concretamente a una octogésima de establecimientos físicos y al supermercado en línea bajo el nombre de Brunat.
Sin embargo, desde hace años, el Grupo participa en diferentes proyectos para impulsar el sector lácteo catalán. “Tenemos más de 147 quesos de Km0 y apoyamos iniciativas diferenciales, como el queso Ilusión, que elaboran cuatro queserías de la Asociación Leche de Cabras Catalanas, o el queso Territorio, elaborado por Mas Garet con leche de Vaqueros de la Plana de Vic, que permite asegurar la pervivencia de la actividad ganadera. Todo son ejemplos de la apuesta decidida por el territorio y por dar continuidad al sector primario”, comenta Arimany. Una de las otras apuestas que ha hecho en este sector ha sido el de la leche Terra i Tast, una leche 100% catalana de vaqueros de la Plana de Vic.
Más de 50.000 horas al año en formación de productos frescos
El Grupo Bon Preu también dedica grandes esfuerzos para garantizar la calidad de todos estos productos, formando a sus profesionales en la manipulación y conservación de los frescos. Ante la dificultad de encontrar estos perfiles, decidió poner en marcha, hace ya diez años, su propia escuela de formación. Actualmente, cuentan con tres sedes en Barcelona, Malla y Valls y a finales de este año inaugurarán la cuarta en Palafrugell.
Estas escuelas de formación son espacios donde se reproduce la realidad de una tienda —con los correspondientes obradores y mostradores— para que los trabajadores puedan aprender y acabar siendo expertos en la manipulación de los frescos y en conocer el corte adecuado para cada receta. Una vez terminada la formación en la Escuela de Comercio, los profesionales se incorporan a la tienda, donde se continúan preparando, durante casi cuatro meses, con el acompañamiento de un formador. Además, también se ofrece formación constante a trabajadores y trabajadoras en activo con el fin de continuar actualizando sus conocimientos.
Cada año, se forman más de 1.000 profesionales y se imparten más de 50.000 horas de formación con una inversión de más de 1 millón de euros.