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La provincia de Tarragona se ha convertido en un polo de atracción para restauradores de todo tipo, pero Cambrils ha acogido uno de los proyectos gastronómicos más innovadores de los últimos meses. Can Trapella, ubicado en el número 33 del paseo de Miramar, se considera el “primer chiringuito urbano de la provincia” y está en manos de dos jóvenes hermanos que tienen el objetivo de convertirlo en un local de referencia.
En Pol y Marc, tenían el objetivo de crear una propuesta gastronómica que “no fuera ni un bar ni un restaurante”. Querían ofrecer tes durante el día y copas por la noche, acompañado de buena gastronomía local. Por ello, Can Trapella ha nacido como un espacio dedicado al ocio a través de diversas ofertas culinarias.
Can Trapella: “sólo trabajamos con productores locales“
La carta de Can Trapella es fiel a la idea de negocio de los dos hermanos y aseguran que “sólo trabajamos con productores locales“. Además, ofrecen una propuesta variada de platos divididos en cuatro grandes apartados: “Me ecaxis la Mar Salada”, “Super Mega Healty”, “Un tapeo al día, que alegría” y los “Postres”.
Además, su propuesta se completa con una gran oferta de bebidas por los paladares más exquisitos. Crear el “primer chiringuito urbano” implicaba unos aspectos clave respecto a la oferta destinada al ocio nocturno y desde Can Trapella la cumplen a la perfección con una gran lista de cócteles, vinos y licores.
La presencia en las redes sociales es fundamental para Can Trapella
La inauguración fue todo un éxito hace un par de días, reuniendo a una gran multitud de personas que solamente han tenido buenas palabras para este nuevo concepto gastronómico. Además, desde la dirección de Can Trapella son conscientes de la importancia de las redes sociales para promocionar esta idea de “chiringuito urbano”, por lo que están compartiendo sus primeras experiencias en su perfil de Instagram.
En estos pocos días abiertos, Can Trapella se ha convertido en una de las opciones gastronómicas más atractivas del paseo de Miramar de Cambrils. Los vecinos de la zona parece que han quedado encantados de su propuesta innovadora y el público joven también ha apoyado su oferta nocturna. Sin embargo, el tiempo y los clientes responderán si la idea de crear el “primer chiringuito urbano” se convierte en un fracaso o en una genialidad de dos jóvenes hermanos.
