El Gobierno de la Generalitat ha aprobado hoy un decreto ley con un suplemento de crédito de 145 M de euros para paliar los graves efectos de la sequía en Cataluña. Lo ha anunciado este mediodía la portavoz del ejecutivo, Patricia Plaja, que a pesar de celebrar las precipitaciones que están cayendo en el país, se ha parado a recordar que todavía hace falta más lluvia para revertir los efectos. En este decreto, se asegurarán las inversiones planificadas a corto plazo y el abastecimiento de agua a la población. “A pesar de la falta de presupuestos, para el Gobierno la aprobación de esta medida es prioritaria e inaplazable”, ha remarcado Plaja.
Estos 145 millones de euros servirán para asegurar inversiones de obras de emergencia, como por ejemplo: nuevas aportaciones de recurso hídrico al sistema de cuencas internas, el transporte de agua en barcos si fuera necesario o, incluso, la construcción de pozos profundos. Además, esta partida también atenderá a los sectores que ya están sufriendo las consecuencias de la crisis climática. “Apoyaremos al sector primario para garantizar su continuatidad con una partida de 50’5 M”, ha explicado la portavoz del ejecutivo.
Las reservas actuales de las cuencas internas de Cataluña se encuentran al 15,6%, una cifra que mantiene al país en estado de emergencia por sequía desde hace un mes. Por suerte, la previsión de precipitaciones es optimista y favorable para acumular agua, aunque no será suficiente para revertir los efectos. “De esta crisis uno de los puntos más destacables es la imprevisibilidad. No conocemos a largo plazo las previsiones metereológicas”, ha respondido Plaja. Una de las dudas que se han planteado es si Cataluña abandonará esta fase si se supera el 16% – el umbral establecido para determinar la situación de emergencia – . Al respecto, la portavoz del ejecutivo ha transmitido tranquilidad. “No cambiaremos de fase para volver a entrar al cabo de 15 días”, ha argumentado.
30 M por barcos y desaladoras
Entre los 145 M, 30 están contemplados por el uso de desaladoras portátiles en el ámbito privado y el transporte de agua potable mediante los barcos. Pese a contemplar esta cantidad, la portavoz del Gobierno no ha sabido detallar qué cantidad será por una cosa y por la otra. De hecho, el tema de los barcos ya llamó la atención cuando la sequía comenzó a hacerse evidente hace unos meses. Sobre las desaladoras, la portavoz ha asegurado que “desde el Gobierno se está estudiando de qué forma podría repercutir al uso público”.
No obstante, Patricia Plaja ha remarcado que el Gobierno no improvisará sobre este tema porque ya están contemplados todos los escenarios. “Se hará todo lo posible para que no abramos el grifo y nos quedemos sin agua”, ha dicho. Incluso, ha dibujado la posibilidad de que los barcos finalmente no acaben de ser necesarios.