Centenares de personas se han concentrado este sábado en la plaza del Ayuntamiento de Valencia para pedir la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, debido a su gestión de la DANA, que la semana pasada provocó una de las peores catástrofes naturales que ha vivido el País Valenciano. La manifestación, convocada bajo el lema “Mazón, dimisión”, ha sido la primera gran acción de protesta contra el presidente valenciano desde el inicio de la crisis. La marcha, está teniendo un fuerte componente emotivo, con clamores en recuerdo de las víctimas de las inundaciones, que hasta ahora se han cobrado más de 200 vidas.
La concentración ha comenzado a las 18:00 horas y ha llegado a reunir a miles de personas, aunque muchos manifestantes no han podido llegar a la plaza debido a las dificultades para desplazarse desde las zonas más afectadas por las riadas. En uno de los momentos más simbólicos de la jornada, los manifestantes han colocado una fila de botas y zapatos enfangados ante el Ayuntamiento, acompañadas de flores, como recuerdo de las víctimas que la tragedia ha dejado a su paso.
Una marcha de protesta pacífica, pero cargada de tensión
En la cabecera de la marcha, una pancarta de grandes dimensiones con el mensaje “Mazón dimisión” y una imagen del presidente hacia abajo hacía referencia a la tradición valenciana de poner los retratos del rey Felipe V al revés tras la quema de Xàtiva. Pese a que los organizadores habían pedido una movilización respetuosa y silenciosa en memoria de las víctimas, la protesta ha estado marcada por gritos y silbidos de rechazo contra Mazón. A medida que la marcha avanzaba por las calles de la ciudad, se han podido oír gritos como “Carlos Mazón, asesino” y “Se han manchado de sangre, no de barro”.
Los organizadores de la manifestación, 65 entidades y 83 más que se han adherido, han insistido en que la protesta fuera pacífica y evitaran cualquier tipo de violencia, a pesar de la tensión evidente en el ambiente. Uno de los momentos más delicados de la jornada ha sido la expulsión del activista de Vox Bertrand Ndongo de la marcha, en un gesto claro de rechazo a la presencia de representantes de extrema derecha en la movilización. En la manifestación no se ha visto ningún tipo de logotipo de partidos, para dejar claro que la protesta está centrada en las víctimas y en la gestión de la catástrofe, y no en intereses políticos.
La indignación crece contra la gestión de la catástrofe
Los manifestantes consideran que Carlos Mazón es el principal responsable de la falta de coordinación y de la respuesta ineficaz ante la gravedad de la situación. Desde el inicio de la crisis, el presidente de la Generalitat ha sido objeto de fuertes críticas por su tardanza en activar los mecanismos de respuesta ante la emergencia. Mazón llegó dos horas tarde a la reunión del CECOPI el 29 de octubre, justo después del inicio de las inundaciones, una justificación que no ha sido bien recibida por la ciudadanía ni por la oposición política.
Esta tarde, Mazón ha intentado defenderse afirmando que no recibió las llamadas de la ministra de Transportes, Teresa Ribera, hasta más tarde de lo que se había esperado, y que fue la Confederación Hidrográfica del Júcar quien no les alertó de la gravedad de la situación. A pesar de estas explicaciones, la percepción pública es que la Generalitat reaccionó demasiado tarde y de manera descoordinada, lo que ha empeorado los efectos de la catástrofe.
Esta gestión considerada negligente se ha convertido en el núcleo de las protestas, con una ciudadanía indignada que exige responsabilidades políticas. En este sentido, los organizadores de la marcha han exigido no sólo la dimisión de Mazón, sino también la del Consell entero, afirmando que el gobierno valenciano no ha estado a la altura de las circunstancias ante una crisis de esta magnitud.
El clamor de las víctimas y la solidaridad ciudadana
Los organizadores de la protesta han destacado que esta marcha quiere ser también un homenaje a las víctimas de la DANA, que hasta el momento han dejado 212 muertos, según el último balance de la Generalitat, mientras que otras fuentes apuntan a 215. En el manifiesto que se ha leído al final de la marcha, los convocantes han pedido una investigación para aclarar las responsabilidades de la catástrofe y han exigido que se pongan en marcha medidas para evitar que una tragedia similar vuelva a suceder.
La crítica no sólo ha sido dirigida a la gestión del gobierno valenciano, sino también al gobierno español, que los manifestantes consideran que debería haber presionado más a la Generalitat para activar los recursos y la respuesta a la emergencia. En el mismo manifiesto, los organizadores han pedido un replanteamiento de las políticas económicas y de la ordenación del territorio, así como la urgencia de medidas contra el cambio climático y el derecho a la vivienda como prioridad central en la reconstrucción del País Valenciano.
La presión sobre Mazón se intensifica
Tras la protesta de este sábado, la presión sobre Mazón y su gobierno se prevé que siga aumentando. Los ciudadanos piden responsabilidades políticas y una investigación judicial para esclarecer las causas de la catástrofe. Asimismo, las protestas no sólo buscan responsabilizar a los políticos locales, sino también exigir medidas concretas para la reconstrucción de las zonas afectadas y para prevenir futuras tragedias.
El círculo alrededor de Mazón se va estrechando a medida que la crisis avanza, con un presidente que sigue resistiéndose a dimitir a pesar de las críticas crecientes. Los manifestantes han dejado claro que no están dispuestos a aceptar la impunidad y que seguirán luchando por la justicia para las víctimas de una tragedia que ha conmocionado a todo el País Valenciano.