Hoy escribo con ilusión y responsabilidad. Con orgullo de un proyecto colectivo que nace del compromiso con la ciudad y con cada persona que la vive. Porque Lleida merece el mejor verde urbano, los espacios cuidados, limpios y vivos, y porque este objetivo no es sólo una cuestión de imagen: es una apuesta firme por la calidad de vida, por la salud y por la convivencia.
Hemos puesto en marcha un nuevo servicio de jardinería que supone una transformación profunda. No hablo sólo de números, aunque son destacables: un 53,6% más de presupuesto (hasta 5,1 millones de euros anuales), 181 personas en la calle cuidando árboles, parques y jardines, renovación completa de maquinaria y un nuevo modelo de gestión mucho más eficiente. Hablo sobre todo del espíritu que guía este cambio: queremos dar un impulso extraordinario a la belleza de la ciudad y a la sostenibilidad urbana.
Este nuevo modelo es fruto de un trabajo conjunto con muchas manos y muchos corazones. Hemos querido que sea también un proyecto de ciudad inclusiva. Por ello, además de las grandes empresas especializadas que cubrirán los grandes sectores de Lleida, hemos hecho confianza a las fundaciones leridanas Aspros e Ilersis, a la Escuela del Trabajo y al Centro Especial de Empleo Salvador Seguí, que ofrecen oportunidades laborales a personas con discapacidad. No hay verde más bonito que aquel que se construye con justicia social.
El nuevo servicio nos permitirá llegar a zonas que hasta ahora quedaban fuera de los contratos antiguos. Además, nos dota de una nueva imagen unificada y de un sistema de calidad exigente. También invertimos más en arbolado, arbustos, mejoras paisajísticas y sistemas de riego inteligentes. Y lo hacemos con una mirada decidida hacia la sostenibilidad: la nueva flota incluye 30 vehículos híbridos o eléctricos y herramientas modernas y eficientes.
Es una apuesta decidida por una ciudad más verde, más arreglada y más saludable. Pero también es un llamamiento. El alcalde Larrosa lo ha expresado muy bien: este esfuerzo sólo tendrá éxito si lo abrazamos entre todas y todos. El civismo, el respeto y la corresponsabilidad ciudadana son esenciales. La Paeria pone los recursos, pero el resultado depende también del compromiso cotidiano de cada leridana y leridana.
Una Lleida mejor no la construye sólo un ayuntamiento, sino una comunidad que ama el lugar donde vive. Que cuida su entorno como quien cuida su casa. Que entiende que los espacios verdes no son un lujo, sino un derecho y un deber compartidos.
Este nuevo servicio de jardinería es mucho más que mantenimiento. Es una declaración de intenciones. Es un paso adelante hacia la ciudad que queremos ser. Y yo, como concejala, pero sobre todo como leridana, no puedo estar más ilusionada.
Construimos juntos una Lleida más bonita. Cuidémosla. Disfrutémosla. Estimémosla.
