El mundo del cine español está de luto por la pérdida de una de sus figuras más emblemáticas. Manolo Zarzo, nombre artístico de Manuel López Zarza, ha fallecido a los 93 años durante la noche del lunes al martes, según ha confirmado su familia. La noticia ha sacudido el ámbito artístico y los aficionados del cine, que recuerdan su larga trayectoria y el legado que ha dejado a la industria cinematográfica española.
Zarzo nació en Madrid en 1932 e inició su carrera como actor a principios de los años 50. Su trayectoria ha sido extensa, con más de 120 películas y numerosas apariciones en la televisión. Su debut en el cine fue en 1951, cuando formó parte de la compañía Los Chavalillos de España, donde compartió escenario con su hermana Pepi. Fue en aquellos primeros años cuando mantuvo un romance juvenil con Lina Morgan, quien luego se convertiría en una de las grandes estrellas de la televisión. Desde entonces, trabajó con importantes cineastas como Mariano Ozores, Mario Camus, Pedro Almodóvar y Pedro Lazaga.
Un actor versátil y muy estimado
A lo largo de su carrera, Zarzo protagonizó algunas de las películas más importantes del cine español, como Los golfos (1962), La Opinión (1982) y Margarita se llama mi amor (1961), además de destacarse en el mundo de la televisión con series como Fortunata y Jacinta (1980), Juncal (1989) y Servir y proteger. Su voz y su manera de moverse con elegancia lo convirtieron en uno de los actores más apreciados por directores y público, que lo recuerdan también por su calidad humana. También ha aparecido en Compañeros, Los Serrano o Amar es para siempre, entre muchas otras producciones.
A pesar de su fama, nunca mostró interés por la opulencia ni el lujo. En Pozuelo de Alarcón, donde vivió los últimos años, mantuvo una vida tranquila y familiar, lejos de los focos mediáticos.