La investigación sobre la trágica muerte del pequeño Emile Soleil, cuyo cuerpo fue encontrado en los Alpes franceses un año después de su desaparición, ha tomado un giro inesperado. La policía francesa hacomenzado a considerar la posibilidad de que los restos del niño, encontrado el 8 de julio de 2023 cerca de la aldea de Haut-Vernet, hayan sido almacenados en un congelador antes de ser localizados.
Emile, de solo dos años, desapareció mientras se encontraba de vacaciones en la casa de sus abuelos al sur de Grenoble. Después de meses de búsquedas intensas, el descubrimiento de sus restos, incluido un cráneo roto y otros huesos, dejó al descubierto detalles desconcertantes sobre su desaparición. Los investigadores creen que la preservación del cuerpo en un ambiente frío podría haber detenido el proceso de descomposición, lo que habría hecho más compleja la localización de sus restos.
Los forenses han señalado que el cráneo encontrado presenta “restos de mordeduras con pequeñas fracturas y fisuras post mortem”, aunque no se han encontrado signos de traumatismo previo a la muerte, lo que mantiene abierta la causa de su muerte.
En los alrededores del lugar donde se encontraron los huesos, se encontraron algunas prendas que el niño llevaba el día de su desaparición. Estos elementos han sido enviados al Instituto de Investigaciones Criminales de la Gendarmería Nacional para su análisis, con la esperanza de obtener más respuestas.
Mientras tanto, los familiares del niño, incluyendo a sus abuelos maternos y dos títeres, fueron detenidos como sospechosos inicialmente, pero ya han sido puestos en libertad sin cargos tras un extenso interrogatorio.