El sábado no era el día de la Micaela, y es que aquella madrugada, una tragedia doble acabó con suya la vida. Micaela Blanco, una chica de 27 años, regresaba en bicicleta a casa tras su jornada laboral en un casino cuando fue atropellada por una furgoneta.
El vehículo causante del accidente estaba conducido por un hombre de 41 años que iba borracho. El impacto fue tan fuerte que Micaela salió despedida de la bicicleta y quedó gravemente herida sobre el asfalto. En el momento del accidente, Micaela no llevaba casco. El conductor huyó sin ofrecer ayuda.
Minutos después, una ambulancia llegó para asistirla y la trasladaba de urgencia al hospital Castro Rendón en Neuquén (Argentina).
Sin embargo, hacia un cuarto y cinco de ocho, el vehículo de emergencia chocó contra otra furgoneta y volcó, a tan solo un kilómetro del hospital, agravando el estado de la joven y dejando seis heridos, entre ellos conductores de la ambulancia.
Micaela ingresó en el hospital con graves fracturas y muerte cerebral. A pesar de los esfuerzos médicos, murió horas después en terapia intensiva.
La fiscal Silvia Moreira encabeza la investigación, tachada como «homicidio imprudente». El conductor de la primera furgoneta ha sido identificado nueve horas después en el barrio Vista Hermosa, con 1,77 gramos de alcohol en la sangre.
Su camioneta presentaba daños en el parafango. Las autoridades continúan con las pericias y revisan cámaras de seguridad para avanzar en la causa.