Un innovador marcapasos presentado por la Northwestern University de Evanston, en Estados Unidos, es más pequeño que un grano de arroz. Se trata de un dispositivo enfocado principalmente a pacientes pediátricos, especialmente bebés, que requieran regular temporalmente el ritmo del corazón, durante el periodo de recuperación posterior a una cirugía cardíaca.

Esta tecnología se puede entregar a través de una jeringa, sin necesidad de cirugía, y se activa con señales de luz infrarroja. Otra de las principales novedades es que, tras su vida útil, el aparato es absorbido por el cuerpo del paciente. Todavía no se ha anunciado que se podrá empezar a utilizar el nuevo marcapasos.