Al lógico drama que representa para cualquier familia el hecho de que un hijo o un hermano muera en un conflicto bélico, en este caso se une la incertidumbre, la desesperación y la indignación cuando descubren que el cuerpo que les han enviado para velar y enterrar no es el de su ser querido.
Así, los cuerpos de dos soldados colombianos muertos en Ucrania, donde viajaron en octubre pasado para sumarse a las fuerzas ucranianos contra la invasión rusa, regresaron a Colombia, pero sus restos fueron entregados a las familias equivocadas.
Una de las familias, residente en Bogotá, se dio cuenta, al velatorio en la funeraria, que no era el cuerpo de su familiar sino que se trataba deotro hombre que “era como de 38 o 40 años” y tenía barba, dijo a la cadena Caracol su hermano, José Irné Chocué.
EL CUERPO EQUIVOCADO
Ante la confusión, hablaron con la funeraria y descubrieron que el cuerpo de su familiar Diego Fernando, un joven colombiano de 23 años que murió en diciembre durante un enfrentamiento entre tropas ucranianos y rusas, fue sepultado el domingo pasado en Pasto, capital de la localidad de Nariño.
Después de 50 días de espera desde que les comunicaron su muerte, la familia Chocué fue a recibir el féretro al aeropuerto El Dorado de Bogotá, donde llegó junto con otros cuerpos también muertos en Ucrania.
La familia que lo recibió “no estaba segura de si el cuerpo era de la persona que estaban esperando” pero, así y todo, firmaron los papeles y se lo llevaron a Pasto.
“A los familiares no nos entregan el cuerpo. Lo que hace la funeraria es recibirlo en el aeropuerto porque a nosotros no nos dan información. Quien da la información es el encargado de la funeraria”, explicó Chocué.
La familia de Diego Fernando busca apoyo de las autoridades colombianas y ucranianos para descubrir cómo proceder en este momento para recuperar el cuerpo enterrado en Pasto:
“No sabemos qué hacer”,
dijo.
Los familiares hicieron un llamado a la Fiscalía General de la Nación para que los ayuden con los trámites y poder despedirse de su familiar en el lugar donde tuvo que ser enterrado.
