La cadena de supermercados Lidl está implementando algunos cambios importantes en su línea de cajas que no son bien recibidos por parte de sus clientes en toda Europa.
De hecho, incluso han provocado situaciones de tensión en alguno de sus supermercados que ha acabado con clientes enfadados y marchando del supermercado sin llevarse la compra.
Las cajas de autopago de Lidl provocan alborotos
Concretamente, Lidl está renovando muchos de sus supermercados para incorporar una línea de cajas rápidas y de autopago que agilizan los pagos para los consumidores. En estas cajas, que también usan otros supermercados, es el cliente quien pasa el producto para escanear el código de barras y quien gestiona incluso el pago.
El problema de estas cajas es que, por norma general, solo están disponibles para el pago con tarjeta o con teléfono móvil, pero un 25% de los clientes todavía prefiere pagar con efectivo y no pueden hacerlo en estas cajas.
Para acabarlo de arreglar, en muchos de los establecimientos con este sistema de pago han instalado un lector del ticket de compra para poder salir de la tienda, un hecho que complica aún más la experiencia de compra para el consumidor.
Tal y como recoge el portal ‘Techsvet’, una de estas clientas acabó montando un espectáculo en una tienda de Lidl en la República Checa y provocó una situación muy incómoda al personal y al resto de clientes. La mujer fue a una de estas cajas de autopago y comenzó a pasar todos sus productos. Una vez terminó, la clienta intentó pagar, pero no quería hacerlo con la tarjeta, sino con efectivo.
Al darse cuenta de que no podía hacerlo, se enfadó con el personal de la tienda y reprochó la situación, hasta el punto de que acabó dejando toda la compra en la caja y se marchaba. A raíz de esto, la caja estuvo un rato inoperativo hasta que los trabajadores la limpiaron y ordenaron y pudieron abrirla para el resto de clientes.