La Navidad de 2024 está llegando acompañado de una nueva práctica que afecta al bolsillo de los consumidores: la reduflación, que implica la reducción de la cantidad de producto en los envases sin que el precio disminuya, o incluso aumente. La organización de consumidores FACUA ha alertado sobre una serie de productos navideños que están experimentando esta tendencia en conocidas marcas de turrones y bombones, como Nestlé, Lindt y Suchard.
Según el informe de FACUA, se han detectado al menos nueve productos afectados por la reduflación, presentes en las estanterías de las principales cadenas de distribución. Estos productos incluyen bombones y turrones que han visto reducido su peso o su cantidad, pero que han registrado subidas de precio que van desde un 7% hasta un 20%, dependiendo del caso.
Turrones y bombones con menos gramos, pero más caros
Uno de los ejemplos más claros de reduflación lo encontramos en la Caja Roja de Nestlé, un clásico de la Navidad. En 2023, el estuche de 398 gramos y 44 bombones costaba 10,99 euros. Este año, el producto pesa 398 gramos, pero solo contiene 42 bombones, y el precio ha subido hasta los 11,99 euros. Esta reducción en la cantidad de bombones, junto con el aumento de precio, ha supuesto un encarecimiento del 9,10% respecto al año pasado.
Un caso similar afecta a otro formato de la Caja Roja, el de 200 gramos, que en el año 2023 se vendía a 5,99 euros, con 22 bombones. Este año, el estuche contiene 198 gramos y 21 bombones, y su precio ha subido a 6,49 euros, lo que representa una subida del 8,35%.
El turrón de chocolate Suchard, otro de los productos navideños populares, también ha sufrido una reducción de peso sin una rebaja de precio. En 2023, la tableta de 260 gramos costaba 3,99 euros. Este año, aunque el precio sigue siendo el mismo, la tableta pesa sólo 230 gramos. Esto ha supuesto un aumento del 13% en el precio por kilo de este turrón, que no es tan evidente a simple vista, pero que afecta al consumidor.
Bombones Lindt y productos de marcas blancas
FACUA también ha detectado cambios en otros productos de marcas premium como Lindt. El estuche de bombones Lindt Dulces Deseos en formato de 345 gramos costaba 12,99 euros en el año 2023. Este año, este formato ha desaparecido y ha sido sustituido por uno de 337 gramos, con un precio que ha subido a 13,99 euros, lo que representa una subida del 7,70%.
Por otro lado, en productos de marcas blancas, como los bombones de Temptation de Dia, también se ha observado un incremento de precio aunque el formato se ha reducido. En octubre de 2023, la bolsa de 450 gramos costaba 4,15 euros. Este año, el único formato disponible es de 320 gramos, con un precio de 4,50 euros, lo que implica una subida del 8,4%. Además, el precio por kilo de este producto ha aumentado un 52,5%.
El aumento del precio del cacao, principal causante
El fenómeno de la reduflación en los productos navideños no es casualidad. FACUA señala que uno de los factores que ha impulsado esta subida de precios es el aumento del precio del cacao, que ha llegado a cifras récord en 2024 debido a la menor producción en los países productores clave como Costa de Marfil y Ghana, afectados por fenómenos meteorológicos extremos. La tonelada de cacao ha subido un 85% respecto al año pasado, lo que ha encarecido directamente el precio de los productos que contienen este ingrediente, como los bombones y turrones de chocolate.
FACUA pide una modificación de la ley de etiquetado
Ante esta situación, FACUA ha solicitado una modificación de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, para obligar a las empresas a que practiquen la reduflación a informar de manera clara al etiquetado de los productos que se están comercializando con menos cantidad a un precio más alto. La organización considera que los consumidores tienen derecho a ser informados sobre los cambios en los formatos, los precios y las cantidades de los productos para poder tomar decisiones de compra más informadas.
De hecho, FACUA sugiere que esta medida podría ser similar a la que ya se aplica en otros países como Francia, donde las empresas están obligadas a poner en conocimiento de los consumidores cualquier cambio de formato, peso o cantidad en el etiquetado durante un largo periodo de tiempo.