La falta de lluvia y el consiguiente agotamiento de los acuíferos está acabando con las últimas reservas de agua de boca en la comarca de El Priorat, quizás la más afectada por la última sequía en Cataluña, y ya son varios municipios los que se están planteando abastecerse con camiones cisterna.
De momento en el municipio de La Morera de Montsant y en el núcleo de Escaladei, dependiente del mismo municipio, solo tienen ocho horas y media de agua al día, tras estrujarse sus principales fuentes de abastecimiento.

Otros municipios que acogen muchas bodegas , como también, ya se plantean abastecerse con camiones cisterna.
La calidad del agua en este municipio es francamente mala, el agua es turbia y marronosa, y las bodegas, de cara a la cosecha, que se prevé pobre, necesitan una gran cantidad de agua potable para procesar la uva.
Otros municipios que dudan entre aplicar restricciones, abastecerse con camiones-cuba o ambas cosas son Solivella, Solivella, Torroja y Solivella.
Los camiones se abastecen a las instalaciones del Consorcio de Aguas de Tarragona y deben estar autorizados para el transporte alimentario, lo que hace que el coste de llevar agua a los pueblos afectados sea inasumible a largo plazo.
PROMESAS QUE SE ADICIÓN EL VIENTO
A pesar de las promesas que se hicieron hace unos meses, por parte de la Generalitat, para buscar soluciones de urgencia para el abastecimiento de agua de boca y para la acequia, el hecho es que no se ha cumplido ninguna y que la mayoría de los campesinos no han podido regar nada ni la viña ni el olivar.
Las obras de abastecimiento de agua del Ebro para los pantanos de Solivella y Siurana ya se retrasa hasta 2027, y en el caso de la conexión de agua del canal Garrigues-Sud con la red de riego del pantano de Margalef, mucho más sencilla técnica y económicamente, se desconoce cuándo se podrá llevar a cabo.
Mientras tanto se prevé una vendimienta de mucha calidad, pero con muy poca producción (excepto para las bodegas que se han abastecido con camiones-cisterna) y ya son muchas las cepas, sobre todo de viña joven, que han sucumbido a la sequía.
Para el sector del aceite la perspectiva es peor: se prevé una cosecha muy linda y, aunque llueva, como este año los olivares han brotado poco, la del año próximo tampoco se prevé nada buena.