Dos personas sin vida fueron encontradas esta pasada noche en su casa, un piso del barrio sevillano de Rochelambert. Los fallecidos son Antonio, de 69 años y su mujer, Manuela, que hoy habría hecho 63.
Los vecinos hacía días que no veían el matrimonio y estaban preocupados. Una de estas vecinas ha declarado en el Diario de Sevilla que la mujer había caído a su casa y había sido ayudada por otro vecino. La mujer pensaba que podría estar ingresada en el hospital.
“He estado llamando estos días al Virgen del Rocío, pero como no soy familiar directo, no me han querido dar información”, ha dicho la vecina.
Pese a que hacía una semana que llamaban reiteradamente a la puerta y al portero automático, no recibían respuesta de la pareja. Finalmente, ha sido otra vecina la que llamó a la Policía Nacional.
El hijo del propietario del piso facilitó las llaves a los agentes, que, al entrar, encontraron los cadáveres del matrimonio sobre la cama conyugal, aparentemente sin señales de violencia y sin ningún indicio en el domicilio de intervención de terceras personas.
Parece que los cuerpos podría hacer día que estaban muertos, por su estado de descomposición, en una noche de bastante calor. En la vivienda también encontraron un perro, cuyo futuro es incierto.
Al cabo de un rato llegó la comisión judicial que, pasada la una de esta madrugada, ordenó el levantamiento de los cadáveres y su traslado al Instituto de Medicina Legal para practicarles la autopsia.
Precisamente debería ser esta autopsia la que aclarara las causas y circunstancias de la muerte de la pareja, y hasta que no se haga pública, los investigadores mantienen abiertas varias hipótesis.
UNA VIDA DIFÍCIL
El matrimonio, que hacía años que vivía en el piso y que antes habían vivido en otros pisos del mismo barrio, habían tenido un hijo discapacitado que había muerto hacía unos años.
Manuela sufría, desde hacía un año y medio, una depresión severa y estaba extremadamente delgada. Manuel, un hombre bastante popular en el barrio, lo cuidaba.