Tàrrega ha escogido este miércoles por la noche a los vocales de las entidades en el Consell de Ciutat, órgano de participación ciudadana previsto en el nuevo reglamento que regula la intervención de la ciudadanía en la toma de decisiones, aprobado definitivamente el 30 de noviembre del año pasado. Una seguidilla de miembros de un amplio abanico de entidades locales de diversos ámbitos de actuación han sido los encargados de elegir a sus 12 representantes en el Consejo, cuya composición se basa en criterios de pluralidad y diversidad.
Así pues, Llorenç Corbella, Joan Pujal, Joan Piedrabuena, Joan Amézaga, Mireia Lluch, Ibrahima Sory, Miriam Paredes, Estel Oriola, Gemma Minguell, Mariona Solé, Pere Noró y Andreu Llanes son los 12 integrantes del nuevo órgano de participación designados por las entidades. Además, también integrarán el plenario del Consejo de Ciudad, la alcaldesa Alba Pijuan Ribagorçanaú; el concejal de Participación Ciudadana, Miquel Nadal; los técnicos del área, Carme Pont y Xavier Batalla; un representante de cada grupo municipal; el presidente de la EMD del Talladell, David Prats; y los portavoces de las Juntas de Vecinos de los pueblos del municipio, los cuales se ejecutan durante los meses de febrero y marzo. Todas las personas que forman parte tienen voz y voto, a excepción de los técnicos municipales de Participación, que únicamente tendrán voz. Tampoco tendrán voto pero sí ve aquellas personas que sean invitadas, como expertas, a las sesiones del Consejo.
El concejal de Participación Ciudadana, Miquel Nadal, y los técnicos del área, Xavier Batalla y Carme Pont, explicaron a los asistentes las funciones del nuevo ente y el proceso a seguir para elegir a los miembros vocales que representarán a las entidades. Para Navidad, la jornada de este miércoles es un hito importante para Tàrrega ya que “damos inicio a un nuevo paradigma de participación en nuestra ciudad”.
Como máximo órgano estable municipal consultivo de participación y deliberación ciudadanas las funciones del Consejo de Ciudad son trabajar en los ámbitos temáticos incluidos en el plan de actuación que se definiría al inicio de cada legislatura; emitir informes y formular propuestas a iniciativa propia o del Ayuntamiento sobre materias de competencia municipal; elaborar iniciativas y propuestas ciudadanas que puedan elevarse al equipo de gobierno; o plantear posibles propuestas para mejorar los servicios municipales. Otras de las atribuciones del nuevo organismo son canalizar iniciativas ciudadanas individuales y colectivas y promocionar el uso de los instrumentos y procedimientos de participación; tomar parte en el diseño de procesos participativos y de desarrollo comunitario, así como otras funciones similares que le pueda encargar el Pleno del Ayuntamiento.
Los acuerdos y propuestas que genere el Consejo de Ciudad no serán vinculantes para los órganos de gobierno municipales. No obstante, el equipo de gobierno municipal, o el órgano que corresponda, deberá explicar los efectos que tienen las deliberaciones de este organismo en las políticas municipales.
Según fija el Reglamento de Participación Ciudadana vigente, el Consejo de Ciudad deberá constituirse de manera obligatoria al inicio de cada mandato mediante Acuerdo de Pleno en un plazo máximo de seis meses desde la fecha de la celebración de las elecciones. Una vez constituido, el Plenario del Consejo tendrá un plazo de tres meses para aprobar por mayoría simple un plan, elaborado a iniciativa de la concejalía con las competencias de participación, con las principales líneas temáticas básicas que abordará a lo largo del mandato. Este plan será ratificado por mayoría simple por el Pleno municipal.
Nuevo Reglamento de Participación Ciudadana
El Reglamento de Participación Ciudadana aprobado a finales del año pasado sustituye el texto redactado en el año 2008 para adaptarlo a la realidad actual. Así, se ha eliminado la división en distritos y se ha creado el Consejo de Ciudad, constituido por primera vez este miércoles. Además, un portavoz de la ciudadanía podrá asistir a las comisiones informativas del Ayuntamiento, entre otras novedades. La normativa establece una estructura de participación flexible y abierta potenciando la implicación de los vecinos en la toma de decisiones