Cataluña goza de un patrimonio cultural, artístico e histórico muy rico y diverso por todo el territorio, desde museos y monasterios a espectaculares yacimientos arqueológicos que nos hablan a lo largo de los siglos. Hoy, 9 de octubre, se celebra el Día Europeo del Arte Rupestre, en homenaje al 117 aniversario del reconocimiento efectuado por la comunidad científica internacional, sobre la autenticidad del arte de la cueva de Altamira.
El ser humano siempre ha necesitado expresar sus inquietudes y pensamientos. Cuando la escritura no existía, la expresión plástica fue el recurso idóneo para transmitir estas ideas. El conjunto de arte rupestre del arco mediterráneo de la península Ibérica está formado por 757 yacimientos con pinturas, y fue inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 1998. Se trata del conjunto de yacimientos de arte rupestre más grande de Europa.
Un total de 16 yacimientos arqueológicos leridanos han sido reconocidos por la UNESCO como depositarios de pinturas rupestres de gran valor, tanto porque se trata de una de las primeras manifestaciones artísticas del hombre dentro de la primitiva civilización mediterránea como porque son el embrión de posteriores manifestaciones plásticas.
Hablamos de vestigios de Poniente como la Roca dels Moros del Cogul; la Cova de Cogulló; la de los Vilasos; el valle de la Coma y la Balma dels Punts; La Roca del Rumbau de Vac el abrigo del valle de Ingla; las Rocas Guardias; las Apariciones; la cueva de Antona; la Balma del Pantano y la Cueva del Tabaco; la Balma de las Ovejas; y las pinturas rupestres de Ibiza.
La Cova dels Moros del Cogul

La Roca dels Moros del Cogul (Les Garrigues) es un yacimiento clave para el estudio del arte rupestre. Considerado uno de los más importantes y conocidos de la península Ibérica, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Se trata de una cavidad de unos 10 metros de anchura, 3 de profundidad y 4 de altura que debió ofrecer unas condiciones especiales, ya que fue utilizada por el hombre durante unos 5.000 años, desde el año 7000 hasta el 100 a.C. aproximadamente. Como testimonio de esta utilización, hoy en día son visibles, además de las pinturas, unos grabados que ocupan la parte central de la cavidad.
Los primeros grupos que utilizaron la Roca de los Moros fueron los últimos cazadores-recolectores (VIII-V milenio aC), que dejaron las pinturas que pertenecen al llamado arte levantino.
Las excavaciones arqueológicas que se han realizado en la Roca de los Moros han permitido confirmar la cronología que proporcionaban las pinturas. Se encontraron instrumentos del final del paleolítico y del neolítico, algunas cerámicas hechas a mano y también cerámicas de época romana.
La Cueva del Tabaco

La Cueva del Tabaco está situada a 5 kilómetros de la villa de Camarasa (La Noguera), a la derecha del río Segre y a 300 metros sobre el nivel del río, en un extremo sur de la sierra de Montroig.
Corresponde a la Edad del Bronce, es una cavidad de 15 metros de anchura en la base por 20 de altura y mide unos 180 metros de longitud. La apertura de la entrada recuerda un templo gótico debido a su forma apuntada como la ojiva.
Las primeras noticias sobre la Cueva del Tabaco las dio Zamora en el s. XVIII. Posteriormente, en 1880, Pleyan de Porta, cronista leridano, hace referencia a que fue habitada por el hombre prehistórico.
El yacimiento y la balma de Les Roques Guardias

Localizado en una balma con la visera hundida y fracturada, orientada ligeramente al noreste, situada en la ladera de un cerro que forma parte de una sierra alargada de configuración paralela al valle de Sanaüja, que discurre al sur de este valle (les Borges Blanques- Les Garrigues).
Se han individualizado 5 figuras ; que corresponden a barras, trazos verticales y restos de pigmento, de estilo abstracto y técnica de trazo simple. Todas las figuras son de color rojo excepto los restos de pigmento, que son de color anaranjado amarillento y anaranjado rojizo. Estos tipos de motivos se encuentran prácticamente en todos los abrigos donde aparecen pinturas rupestres no figurativas, y se relacionan con la Edad del Bronce.
La Vall Coma de l’Albi

Las pinturas se localizan en una balma de dimensiones reducidas, con una pequeña visera que no sobresale más de 1,70 m. La pared está inclinada, formando con el suelo un ángulo de aproximadamente 45º. Ocupan una superficie de 1 m de altura por 0,70 m de anchura, situándose las más altas a aproximadamente 1,30 m de tierra.
Las figuras presentan diferencias cromáticas ya que los colores son rojo, rojo-castaño, rojo-castaño oscuro, castaño-rojizo y castaño-rojizo oscuro.
Roca del Rumbau o la Roca dels Moros

Conjunto de pinturas situado en el término municipal de Solivella (L’Alt Urgell). Las primeras noticias sobre este conjunto de pinturas las tuvo un vecino de la localidad en 1969, y él las dio a conocer en la revista Ilerda dos años después. Durante el año 1986 las pinturas fueron objeto de una documentación exhaustiva, dentro del “Proyecto Corpus de Pinturas Rupestres de Cataluña” llevado a cabo por el Servicio de Arqueología del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña.
La Cueva del Maciá – Cogulló

La pintura rupestre esquemática que de momento conocemos se encuentra también en Cogulló, en el lugar conocido como la Cova del Macià, situado exactamente bajo la cima más prominente. Fue localizada por los arqueólogos del IEI J. R. González y J. I. Rodríguez y declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, según dictamen (2.23.1998), con otras 865 pinturas rupestres españolas.
La entrada está orientada hacia el sureste. La parte posterior del suelo es linasca, con una inclinación de unos 45º; hay dos agujeros en la piedra que servían para aguantar unos estaquirotes del periodo en que había sido utilizada como vivienda. La parte de delante es de tierra y en ella se pueden ver las piedras del derrumbe de un trozo de la visera de la cueva. La balma es cerrada por delante con un muro de piedra seca, ya que en épocas recientes fue utilizada como corral para cerrar ganado.
La Cova dels Vilars

La estación con pinturas rupestres de la Cova dels Vilars se encuentra situada en el término municipal de Os de Balaguer (La Noguera), en la vertiente este de la sierra de Os, en un desfiladero que forma el barranco de Els Vilars, dominando el curso del río Carrilet, afluente del Segre. Conocidas desde tiempo antes por un vecino de Os de Balaguer, el Sr. Josep M. Borràs i Viu, el descubrimiento fue comunicado oficialmente en el año 1973.
En total se pueden contabilizar veintinueve figuras hechas con trazos simples y tintas planas; los colores utilizados son el negro, utilizado en cuatro del total de las representaciones conservadas, y los rojizos (rojo, rojo-castaño), que predominan sobre los anteriores.
Balma de los Puntos

Situadas en L’Albi, las pinturas se localizan en un abrigo de unos 10 m de longitud y 3 m de altura. La morfología redondeada del techo y las paredes, así como la base estrangulada por los fenómenos erosivos, le dan una forma peculiar de seta.
El conjunto pictórico ocupa una superficie de 3,40 m x 50 cm y contiene un total de 11 representaciones correspondientes a un ciervo de cuerpo compacto, patas cortas y gran cornamenta, un caprino, trazos, restos y puntos. Cubriendo parte del ciervo y prolongándose hasta el extremo derecho del friso –ocupando una superficie de 115 cm de ancho y 31 cm de altura– se localiza un conjunto de puntos, distribuidos en 9 líneas en sentido horizontal.
Abrigo del barranco de Sant Jaume

Situado en el margen derecho del barranco de Sant Jaume, cerca de la ermita de Sant Jaume, en una zona yerma, hoy muy alterada por la construcción de pistas (la Granja d’Hostoles-El Segrià).
Las pinturas se localizan en una zona plana de la pared, formada por estratos de roca caliza muy alterada y agrietada. A una altura aproximada de 1,60 m de la base del abrigo y orientadas al S, las figuras se disponen en sentido horizontal, una al lado de la otra, y en principio parece haber una cierta agrupación de cada dos motivos. El friso está dividido por una profunda grieta de la roca.
Abrigo del valle de Ingla

El conjunto rupestre del valle de Ingla pertenece al término de Bellver de Cerdanya, situado en la cuenca alta del Segre.
Localizado en un gran risco rocoso, de unos 100 m de longitud, que presenta varias cavidades y paredes orientadas al E-SE. En total, se han individualizado 12 figuras que aparecen distribuidas muy desigualmente, algunas en pequeñas cavidades y otras simplemente en zonas de pared prácticamente sin protección.
Les Coves Aparets
Situado en la vertiente derecha del río Segre, a la altura de Rubió, en unos escarpamientos pertenecientes a la sierra de Mosquera. En estos escarpamientos, a unos 50 m sobre el río, hay una serie de concavidades y abrigos en cuatro de los cuales se han identificado pinturas.
Conjunto integrado por cuatro cavidades con pinturas: las dos primeras -de difícil acceso- son auténticamente concavidades, mientras que las dos restantes -de acceso más sencillo- son paredes con poca profundidad y protección. En total se han individualizado 18 figuras.
El Conjunto de Antona

Localizado en el término municipal de Artesa de Segre, La Noguera. Antiguamente pertenecía al término de Baldomar, pueblo situado a la derecha del río Boix -poco antes de su confluencia con el Segre- y que constituyó un municipio hasta después de 1920.
Este conjunto fue descubierto en el año 1976 durante una campaña de prospección y estudios de la zona de El Montsec y alrededores. Durante el año 1986 las pinturas fueron objeto de una documentación exhaustiva, dentro del “Proyecto Corpus de Pinturas Rupestres de Cataluña” llevado a cabo por el Servicio de Arqueología del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña.
Balma del Pantano

Localizada a unos 5 km de la villa de Camarasa (La Noguera), unos 400 m al N del embalse y en el lado izquierdo del río Noguera. Esta balma únicamente presenta una figura, de estilo esquemático, que se encuentra a la izquierda de la cavidad y a una altura aproximada de 1,22 m. Son restos de pigmento de color rojo-castaño y técnica de trazo simple.
Balma de les Ovelles

Cavidad formada en las calcárias mesozoicas de la sierra de Sant Gervàs, en el municipio de Tremp (Pallars Jussà).
Pinturas situadas en una balma de grandes dimensiones formada por la erosión diferencial en el contacto entre el estrato de calizas y margas. Sus dimensiones son 80 m de largo, 20 m de ancho y 30 m de alto.
Pinturas rupestres de Alfés

Pinturas localizadas en una balma, formada por roca arenosa, en la orilla derecha del Set, en la mitad de la pendiente que hay entre el curso del río y el suelo formado por gravas a unos 30 m de los mojones que separan los términos de Aspa y de Alfés (el Segrià), a unos 2 km de la primera población y a unos 3 km de la segunda.
Las pinturas se encuentran en una balma de pequeñas dimensiones (4,4 m de ancho x 2,2 m de fondo). Ocupan la zona central derecha del espacio pintado, a una altura aproximada de 1,50 m del suelo del abrigo y con una orientación SO. El conjunto está integrado por tres figuras: : dos corresponden a figuras zoomorfas naturalistas incompletas (caprinos) y la tercera, a restos de pigmento. . Se puede pensar, sin embargo, en la posibilidad de que hubiera otros motivos hoy en día destruidos. En las tres figuras la técnica es de tinta plana, el color es rojo-castaño oscuro y los dos caprinos son de estilo naturalista.
Barranco de El Canà o de la mina Federica

El Día Europeo del Arte Rupestre
Desde el año 2019, el Itinerario Cultural del Consejo de Europa CAMINOS DE ARTE RUPESTRE PREHISTÓRICO celebra el Día Europeo del Arte Rupestre, en el marco de la celebración de las Jornadas Europeas del Patrimonio.
Se eligió la fecha del 9 de octubre para celebrar este día por su coincidencia con el viaje que el gran prehistoriador Émile Carthailac (autor del trabajo ” La grotte d’Altamira, Espagnne. Mea culpa de un sceptique “, realizó en 1902 en Santillana del Mar (Cantabria, España), para conocer la cueva de Altamira y visitar a María Sanz de Sautuola, que había descubierto -junto a su padre, D. Marcelino- las pinturas de la cueva de Altamira, en 1879.
El 9 de octubre de 1902, este famoso y respetado arqueólogo francés escribió desde Santillana a su colega Gustave Chauvet, describiendo las meras pinturas de Altamira y reconociendo la autenticidad de esta cueva.
En aquel momento, el gran error de toda la comunidad científica internacional al despreciar el descubrimiento y posterior estudio de Altamira, realizado por Marcelino Sanz de Sautuola entre 1879 y 1880, quedó liquidado y la propuesta de Sautuola de una cronología prehistórica para el arte de esta cueva quedó definitivamente asentado.
Como es sabido, inicialmente la comunidad científica internacional no aceptó las capacidades intelectuales de los humanos prehistóricos y la existencia de un gran Arte de la Prehistoria, como defendía Sanz de Sautuola en 1880, y no fue hasta que se descubrieron otras pinturas similares en cuevas de Francia, a fines del siglo XIX y principios del XX, cuando el trabajo de D. Marcelino Sanz de Sautuola fue aceptado y reconocido.
La cueva de Altamira es Patrimonio de la Humanidad desde 1985.