Los estudios comerciales vinculados al nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) del Ayuntamiento de Lleida muestran que el comercio en la ciudad ha perdido valoración para los clientes desde el año 2018 y que la ciudadanía pide más oferta y nuevos formatos comerciales, vinculados al ocio y la restauración, además de detectar una fuga de clientes.
Así lo confirmó ayer el alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, en la asamblea que se celebró en los nuevos cines Ocine de Lleida convocada por la asociación catalana de la empresa familiar del retail, Comertia, en una jornada con directivos de diferentes empresas de Lleida que debatieron sobre el futuro del sector en la ciudad como son Torrons Vicens, Zacaris, bonÀrea, Rodi Motor, Gotta, Ocine y Plusfresco.
Según estos estudios, un 80% de los clientes de Lleida marchan a comprar a Barcelona, un 53% en Andorra y un 50% en Zaragoza, al menos una vez al año. Son clientes que mayoritariamente compran textil y calzado, productos de ocio y deportes y del sector de los muebles y la decoración.
“Nosotros como capital tenemos que competir. Porque Lleida es capital de un área de influencia muy importante de 450.000 habitantes y debemos tenerlos contentos, con un buen servicio y un buen producto, tenemos que facilitar que vengan y debemos poder acompañarlos con ofertas de carácter complementario en torno al ocio, la restauración, etc”, afirmó.
En este sentido, puso de manifiesto la voluntad de la Paeria de generar nuevos espacios aptos para acoger formatos comerciales que ahora no tienen cabida en la ciudad, trabajando en la rehabilitación de áreas urbanas como el Centro Histórico y el Plan de la Estación.
Además, recordó que se está impulsando un nuevo planeamiento urbanístico, que tendrá también en cuenta las iniciativas de promoción de suelo industrial, como el nuevo polígono de Torreblanca y la ampliación del polígono El Segre, que sumarán 6 millones de metros cuadrados para acoger empresas. La previsión es que el anteproyecto del nuevo POUM se presente al mes de junio.

El presidente de Comertia, Ignasi Pietx, explicó que este es el primer acto que realizan fuera de Barcelona con el objetivo de acercarse a la realidad territorial de Lleida y el resto de Cataluña. Comertia cuenta con 60 socios, 6 de ellos de las comarcas de Lleida, que facturan unos 10.000 millones de euros anuales, con 45.000 trabajadores, ha añadido el presidente.
Durante la jornada de debate, gran parte de los empresarios leridanos coincidieron en que la reducción de la jornada laboral que impulsa el Gobierno central obligará a reducir horarios o contratar más personal y que ello provocará una subida de precios o una disminución de los servicios.