Vilanova i la Geltrú vive una etapa dulce en el consistorio después de que la coalición del grupo municipal entre PSC y VEC haya superado los primeros dos años de mandato. El alcalde, Juan Luis Ruiz, accedió a la alcaldía de Vilanova i la Geltrú con la voluntad de llevar a cabo grandes cambios con el objetivo de arreglar el batiroso de sus predecesores. El edil socialista siempre ha estado muy activo en el tejido asociativo local y tiene una larga trayectoria en política municipal, destacando como concejal y primer teniente de alcaldía.
Juan Luis Ruiz ha ocupado cargos como el de presidente del Consejo Comarcal de El Garraf y diputado de Turismo. Con la aspiración y el deseo de seguir haciendo el trabajo bien hecho, valoraba muy positivamente este medio mandato desde el salón noble del Ayuntamiento. Acompañado de Gerard Llobet, primer teniente e Iolanda Sánchez, segunda teniente de alcaldía celebraba este cambio en el municipio.
Mejora del espacio público y la limpieza urbana
El gobierno municipal de Vilanova i la Geltrú hacía balance del primer tramo de mandato reivindicando un cambio de rumbo tanto en las políticas públicas como en la manera de relacionarse con la ciudadanía. “La ciudadanía habló claro: quería un cambio”, aseguraba el alcalde, destacando la voluntad de poner fin a una etapa de crispación y desconexión entre administración y vecinos.
Durante estos dos años, el gobierno ha centrado sus esfuerzos en tres líneas de actuación: la mejora del espacio público, la cohesión social y el impulso de grandes proyectos de ciudad. “Hemos encontrado contratos precarios y prorrogados, como el de la recogida de basuras o la limpieza viaria, y hemos priorizado solucionarlo. Estamos hablando del contrato más importante que tendrá este Ayuntamiento”, ha remarcado el alcalde. El nuevo concurso, con un presupuesto de 100 millones de euros, ya está en marcha y se prevé que el servicio se renueve en enero de 2026.
Juan Luis Ruiz también celebraba que se han recuperado los dos carriles originales de la ronda Ibérica, cumpliendo el compromiso firmado al inicio del mandato así como arreglar los accesos de las rotondas a la entrada de Vilanova.
Presencia y proximidad a los barrios
La presencia en los barrios también ha sido una prioridad. Se han reforzado los vínculos con la ciudadanía a través de los concejales de barrio, y se han atendido muchas demandas vinculadas al espacio público. El alcalde destacaba que esta es la “línea política que hemos marcado”.
Paralelamente, el gobierno defendía una visión a largo plazo para transformar la capital de El Garraf: desde el nuevo POUM, que quiere desencallar la falta de vivienda, hasta el Plan Estratégico de ciudad, que dibuja la Vilanova de los próximos 15 años.
En cuanto a la vivienda, el consistorio ha desbloqueado cuatro solares que permitirán impulsar más de 200 viviendas de protección oficial. A final de mandato, se espera haber puesto entre 200 y 250 pisos sociales en el mercado.
En el ámbito educativo, se han aumentado las ayudas a la escolarización y se ha trabajado con la Mesa de Escolarización para hacer frente al envejecimiento y la vulnerabilidad de determinadas zonas. También se han resuelto conflictos históricos, como el del colectivo de trabajadores de AISSA o la regularización de la jardinería municipal además del despliegue de tres instalaciones fotovoltaicas gracias a una subvención de 1,5 millones de euros de la Diputación.
Desde el punto de vista de Iolanda Sánchez, ponía énfasis en la necesidad de un nuevo talante y una nueva manera de hacer política: “La ciudad estaba cansada. Hacía falta esperanza y una nueva mirada. Hemos querido responder a las preocupaciones reales de la gente con responsabilidad y mirada larga”.
Proyectos estratégicos y movilidad
Entre los grandes proyectos de ciudad, destaca la planificación del nuevo Hospital Comarcal de Vilanova, con el plan funcional ya en redacción y el compromiso de la Generalitat para continuar con las obras en los próximos 3–4 años. Por otro lado, se trabaja en una movilidad urbana, interurbana y más sostenible (bus urbano y el tren orbital).
Hoy en día, se están llegando a acuerdos con la Generalitat y con la empresa de bus responsable para mejorar el servicio aportando una inversión bastante notable. “Todo requiere tiempo y presupuesto, pero estamos dando pasos decididos”, destacaba Sánchez, que también confirmaba que, si se cumplen las previsiones, el consistorio liquidará la deuda de 3 millones de euros en el año 2025, y dejará al Ayuntamiento con una estructura financiera históricamente saneada de cara a 2027. Actualmente, se encuentran cerca del 40%, después de haber limpiado 5 millones durante esta mitad del mandato.
De todas formas, reconocían que todavía hay retos importantes sobre la mesa. La necesidad de reactivar programas como la Ley de Barrios, sin convocatoria desde 2011, o la gestión de zonas inundables, como el barrio de Sant Jordi. El gobierno municipal defendía que estos dos primeros años han servido para “asentar las bases de una Vilanova cohesionada, sostenible y pensada para los próximos 15 años”.
