El mandato de Rubén Viñuales en el Ayuntamiento de Tarragona llega a su ecuador. Hace apenas dos años el socialista se estrenaba como alcalde tarraconense gracias a la holgada victoria en las elecciones municipales y ahora se detiene para hacer balance de lo vivido hasta ahora.
Lo ha hecho con un Auditorio de la Diputación lleno de caras conocidas y en un formato donde los ciudadanos han planteado algunas de las inquietudes de los tarraconenses a través de vídeos. La limpieza, las palomas, la vivienda, la seguridad o los equipamientos públicos han centrado una conversación que ha querido repasar todo lo que ha pasado en medio mandato.
Entre el público no ha faltado casi nadie. Concejales de gobierno y oposición, la plana mayor socialista, la alcaldesa de Reus, el presidente del Puerto, la presidenta de la Diputación, directivos del Nàstic o miembros de la sociedad civil han llenado las butacas del auditorio. En aproximadamente una hora, el alcalde ha despachado todos los temas que tiene sobre la mesa la ciudad y que deben marcar el camino hasta 2027.
Optimismo en vena
En cuanto al mensaje, pocas novedades y mucho optimismo. De hecho, se trata de una cualidad que define al alcalde en sus intervenciones públicas, donde incluso se ha animado a predecir un ascenso del Nàstic que hoy por hoy es prácticamente una quimera. Si miramos a la ciudad, sin embargo, Viñuales asegura que ya no debemos hablar del “potencial” de Tarragona, sino de su “potencia”, y considera que el municipio vive “un momento dulce”.
En este sentido, el alcalde pone en valor los cerca de 500 millones de euros de inversiones que deben ejecutarse en la ciudad en los próximos años. Entre ellos, el Hospital Juan XXIII, el Foro de la Justicia, la Residencial o la humanización de la N-340 conforman un mapa de inversiones que “no se había visto nunca”. Sin embargo, si tiene que elegir tres proyectos en marcha, Viñuales se queda con el derribo de la plataforma del Miracle, el hub cultural de la Tabacalera y las 192 viviendas construyéndose en el PP10 de Poniente.
El último POUM de crecimiento
Uno de los grandes retos que encara el Ayuntamiento este mandato es la aprobación del Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM). Este es un documento que dibuja cómo debe ser la Tarragona del futuro y el alcalde afirma que se trata de “el último POUM de crecimiento”. A pesar de algunos retrasos con estudios técnicos, el edil espera tenerlo aprobado antes de 2027 y hace un llamamiento a tejer consensos con el resto de fuerzas. “No debe ser un POUM de gobierno, sino de ciudad”, recalca.
Entre los puntos clave, Viñuales ha hecho referencia a la transformación del entorno del río Francolí con el barrio tecnológico y la nueva Tabacalera. “El río ha sido una barrera física y psicológica. Con el nuevo POUM pasará a ser un nexo”, afirma. Pese a todo, ha tocado muy por encima el crecimiento de Levante, que es una de las cuestiones que puede acarrear más diferencias entre izquierda y derecha del consistorio.
Junto con el urbanismo, Viñuales ha hecho referencia al problema de la vivienda, destacando los solares que han cedido a la Generalitat para hacer a precio asequible y la promoción del PP10. Además, ha hecho un llamamiento a poner freno a los pisos turísticos, especialmente en la Parte Alta. “Si no lo actualizamos puede pasar como en Toledo, donde el centro histórico es un decorado”, ha lamentado.
Un 75% de palomas menos
La limpieza también ha centrado buena parte de la ponencia. En primer lugar, se ha mostrado optimista con que la situación judicial del nuevo contrato de limpieza se resolverá en breve y pondrá punto final a un contrato vigente desde hace 24 años. Sin embargo, también avisa de que deberán dirigir los esfuerzos contra el incivismo y sobre todo las palomas.
Estas aves se han convertido en un problema para la limpieza de la ciudad y tanto el Puerto como el Ayuntamiento lo están trabajando en una mesa bilateral. “Había un aumento exponencial de las palomas. Comen en el Puerto y duermen en Tarragona. Por ello, hemos acordado medidas coordinadas”, destaca. Con ellas esperan reducir la población de palomas un 75% en los próximos años.
Una nueva unidad de policía por zonas conflictivas
Por otro lado, el alcalde ha sacado pecho de la seguridad, subrayando que deben trabajar también en las percepciones de la ciudadanía. Para conseguirlo, cree que hacen falta más policías paseando por las calles. Algunas medidas en esta línea son los 17 nuevos agentes, una nueva unidad para las zonas más conflictivas o el proyecto de comisaría conjunta con los Mossos en Battestini.
De hecho, Battestini es uno de los dos focos de inseguridad en la ciudad, situados en las estaciones de bus y tren. En cuanto al entorno de la infraestructura ferroviaria, resalta la prohibición por algunos supermercados 24 horas de abrir durante las noches, ya que eran el punto de inicio de muchas trifurcas en el barrio.
Más buses y la lucha de la intermodal
La movilidad ha sido uno de los puntos más extensos del coloquio, que la ha realizado con tres periodistas de la ciudad. Viñuales ha puesto en valor el bus de Tarragona como un “modelo de éxito”, recordando que incorporarán a la flota 33 nuevos buses híbridos. Esto permitirá renovar parte de ellos y aumentar las frecuencias para descongestionar las líneas más saturadas. El alcalde también ha reivindicado los nuevos carriles bici que tendrá la ciudad en la avenida Roma, Prat de la Riba, avenida Andorra y la zona litoral de Levante.
Con todo, el tema que trae más controversia es la pugna abierta que hay con Vila-seca por la estación intermodal y su compatibilidad con la estación de Horta Gran que prevé el POUM. Viñuales señala un estudio que afirma que con la intermodal de Vila-seca la ciudad perdería los trenes que vienen del sur y que “ante esto tenemos que hacer alegaciones”. Según el alcalde, Tarragona concentra más de la mitad de los pasajeros del territorio y “no puede perder más trenes”. Por ello, pide al Ministerio que dé explicaciones y garantice que la ciudad no tendrá más déficits ferroviarios con la nueva infraestructura en Vila-seca.
Equipamientos de Poniente a Levante
Finalmente, los nuevos equipamientos también deben marcar la política municipal en los próximos dos años. La Ciudad Residencial se transformará próximamente en un albergue juvenil, una obra que para el alcalde supone una “oportunidad” para Levante. De momento, tienen ligada la construcción de un Centro Cívico y la utilización de las pistas deportivas por los vecinos, pero afirma que la opción de incorporar un CAP al espacio que queda libre está sobre la mesa.
Además, si nos vamos a Poniente o al norte, Viñuales subraya que el proyecto ejecutivo de la Biblioteca Pepita Ferrer está a punto de acabarse, que el gimnasio de San Pedro y San Pablo será pronto una realidad y que existe el compromiso de construir una biblioteca en este mismo barrio. Algunos proyectos, sin embargo, no verán la luz este mandato y tendrá que esperar a ver qué pasa después de 2027. De momento, Viñuales ya ha confirmado que quiere optar a la reelección.