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El Matadero de Sitges ha acogido este lunes el acto de clausura de la Ruta del Xató 2024-2025, la iniciativa gastronómica y turística que cada año impulsan los municipios de las comarcas de El Garraf, L’Alt y El Baix Penedès para poner en valor el chatón como plato identitario.
El acto ha contado con la presencia de varias autoridades y representantes de la Ruta del Xató, entre ellas la alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Sitges, Xavi Ripoll, la presidenta de la Ruta del Xató, Núria Carbó, y la embajadora de la edición 2024-2025, la reconocida gastrónoma Roser Torras.
Durante la clausura, se ha hecho balance de una temporada “muy positiva y participativa”, según han destacado los portavoces institucionales. El concejal Xavi Ripoll ha puesto en valor el proyecto como “herramienta de promoción turística compartida y de cohesión territorial“, y ha recordado que este año la Ruta se ha alineado con la distinción de Cataluña como Región Mundial de la Gastronomía 2025.
Uno de los momentos más emotivos ha sido la entrega del mortero ceremonial a la embajadora Roser Torras por parte de Núria Carbó, como símbolo de agradecimiento y reconocimiento por su labor durante el año. Durante la entrevista que ha hecho Núria Carbó, Roser Torras ha destacado que “la diversidad de versiones del chatón nos une como territorio”, y ha puesto de relieve “la pasión y el futuro que se respira entre los más jóvenes y niños”.
La alcaldesa Aurora Carbonell ha cerrado el acto institucional destacando el orgullo de Sitges por formar parte de la Ruta y la importancia de promover el producto local como vehículo de cultura e identidad. Tras este acto, los asistentes han disfrutado de una visita guiada al Espacio de Fiestas, una degustación de productos del territorio y un refrigerio amenizado con música en vivo.
Con esta clausura, la Ruta del Chatón se prepara para una nueva edición que continuará fomentando la cultura culinaria y la colaboración entre municipios. La campaña todavía promoverá el chatón como símbolo gastronómico con identidad propia y potencial internacional.
