La empresa Klöckner ha tomado la decisión de cerrar su factoría de plástico en Sant Feliu de Buixalleu, en el municipio de La Selva, y despedir a la mitad de su plantilla. Tras varios meses de negociaciones y huelgas intermitentes, la compañía ha confirmado que 41 trabajadores serán despedidos, aunque se mantendrá operativo el almacén y la zona administrativa. Esta medida se produce después de que no se haya llegado a un acuerdo para retirar el ERTE que afectaba a más del 50% de la plantilla.
Pese a la presión ejercida por el comité de empresa, que convocó huelgas desde el mes de febrero para intentar detener la medida, finalmente se ha podido evitar el despido masivo. La dirección de la empresa ha confirmado que, aunque la producción de envases de plástico se trasladará a otros países como Turquía, la planta de Sant Feliu de Buixalleu seguirá siendo operativa como almacén logístico, donde se redistribuirán los productos por todo el Estado.
Tras nueve reuniones entre la dirección y el comité, se han llegado a unos acuerdos sobre las condiciones de las indemnizaciones, que serán superiores a las previstas inicialmente. Los trabajadores afectados recibirán una indemnización de 33 días por año trabajado, más siete días adicionales por cada año de antigüedad. Esto supone una compensación superior a la de un despido improcedente. Además, los trabajadores que se han incorporado recientemente a la factoría tendrán una indemnización mínima garantizada de 13.000 euros.
Los trabajadores también tendrán la opción de adherirse a una bolsa de trabajo o mantener el seguro médico hasta finales de año.