Ayer, último miércoles de julio, cerró la 12ª edición del Festival Internacional del Terracotta Museo de la Bisbal d’Empordà, que este año ha ofrecido cinco miércoles de conciertos y cenas al fresco, incluida una previa a la plaza Major.
La organización hace muy buen balance de una edición que ha acogido a cerca de un millar de personas con propuestas de un amplio abanico estilístico: un total de 9 conciertos (Les Salvatges, Ferran Palau, B1n0, Meritxell Neddermann, Magalí Datzira, Soweto, Koko-Jean & The Tonics, Tarquim y Henrio) y 5 sesiones de pinchadiscos, como DJ Diego Armando, PD Montmella Hilton y Espardenya Crew.
El fITM es un festival que pasa al Terracotta Museo, un espacio que tiene como finalidad conservar y difundir el patrimonio científico, técnico e industrial de la cerámica obispal, dar a conocer el proceso de industrialización particular acaecido dentro del ámbito específico de actuación, fomentar el conocimiento de la ciencia y técnica actuales y vertebrar la museología científica y técnica referente al aspecto de la industrialización que se explica.
Es por ello que este año, como novedad la entrada ha incluido las puertas abiertas en el Terracotta Museo: el público asistente podía visitar las exposiciones del equipamiento obispal de manera gratuita.
Tal y como se demuestra en cada una de sus ediciones, en el fITM caben todos los géneros, siempre desde el prisma de dar voz a propuestas emergentes o que rehuyen los circuitos mainstream, configurando un programa de lo más ecléctico y con noches que tendrán focos musicales bien determinados.
El Festival Internacional del Terracotta Museo, organizado por el colectivo Indivendres y el sello Bankrobber con la colaboración del Ayuntamiento de La Bisbal, ya se ha convertido en una cita imprescindible del verano bisbalense, y por extensión de todo el Empordà y comarcas gerundenses.
Ha reafirmado este año la apuesta por programar los miércoles haciendo una apelación directa al público autóctono y rehuyendo de los fines de semana rellenos de propuestas por toda la comarca.
Y un año más se ha repetido la fórmula: doble ración de concierto, servicio de bar y cenas al fresco en los exteriores del Terracotta Museo.