Rosa Gili está al frente de Escaldes-Engordany. Hablamos con la cónsul mayor para tratar los asuntos de la parroquia y del país, para tener su visión sobre los problemas de la ciudadanía. Endeudamiento, futuro y presente de Andorra y proyectos de Escaldes-Engordany.
La comuna ha conseguido endeudamiento 0. ¿Cómo ha sido llegar hasta aquí?
Es evidente que ha habido muchos ingresos de la construcción, eso es verdad. Es una época buena para los ingresos del Común, pero creo que no es sólo por eso que lo hemos conseguido. Ha habido un arreglo de la casa y hemos sido muy cuidadosos en los proyectos que hemos hecho para poder llegar. Hemos invertido muchísimo durante estos años, unos 37 millones de euros, donde hemos rehabilitado edificios existentes como el Prat del Roure, el edificio Caldes, las piscinas de Escaldes… Ahora estamos interviniendo el Prado Grande también y hemos comprado muchas propiedades. Quiero creer que algo hemos hecho bien. Estamos contentos de haber llegado. Algo importante es que hemos parado la construcción.
¿Cuál es el futuro de Escaldes? ¿Cómo se diversificará la economía?
Lo que estamos trabajando es en tener fuentes de ingresos, por ejemplo, con el tema de los aparcamientos. Hemos ganado muchísimas plazas de aparcamiento durante este tiempo y más que ganaremos. También hemos invertido mucho en que la parroquia sea atractiva y sea por sus ciudadanos. Es muy importante trabajar por el bienestar de tu gente, porque son los mejores embajadores. Y también que sea un lugar atractivo en el sentido cultural, sentido del bienestar, con esta obra de caldas que valora el agua termal, la obra artística del Javier Balmaseda y a partir de ahí también todas las adquisiciones que hemos hecho, como el molino o las bordas. Creo que lo hemos ido trabajando dentro de las competencias comunales.
Cuando hicimos la entrevista en elecciones afirmó que creía que teníamos proyectos que pueden hacer de Escaldes-Engordany el símbolo del país. ¿Se ha trabajado en este sentido?
Yo creo que se han hecho muchas cosas. Hay mucha gente que nos lo comenta, que Escaldes siempre ha sido vanguardista y pienso que estos años hemos trabajado mucho. Todas estas nuevas instalaciones, hemos intervenido el Prat del Roure, hemos engrandecido todo lo que es la parte verde, ahora cuando esté el aparcamiento del Falgueró trasladaremos las pistas de tenis arriba… Hacemos muchas mejoras en la parroquia.
¿La inversión extranjera ha aportado lo suficiente al Común?
Te diría que es evidente que la inversión extranjera ha aportado dinero, con el sentido de que también ha acelerado mucho el tema de la construcción. Es una riqueza, pero para mí es efímera. No podemos pretender que todo sea construcción porque si no nos cargaremos el país fantástico que tenemos. Por lo tanto, creo que esta inversión extranjera no ha terminado de dejar lo que debería haber dejado. Me preocupa un poco que se nos vaya de las manos. Viene gente con un alto poder adquisitivo, gente que compra pisos o que hace nuevas promociones, pero son de lujo. Cada vez hay más diferencia con la gente trabajadora de aquí y se amplifica el problema de la vivienda. Creo que todo el mundo lo tiene muy claro. Me da el efecto de que al gobierno se le ha escapado de las manos.
¿Cree entonces que puede haber una pérdida de identidad?
Clarísimamente. Este país se está transformando. La gente de aquí se tiene que marchar. Es muy triste que la gente de aquí escaldes que se quieren emancipar ven que no se pueden quedar en su parroquia, es algo que me preocupa mucho, porque al mismo tiempo, ha habido mucha construcción. Creo que si la cosa continúa en este sentido, no sé si seguiremos estando en casa la gente de aquí.
El año pasado se destinaron casi 50.000 € a ayudas sociales. ¿Se debe incrementar?
Quizás se podría incrementar, pero no creo que sea la solución. Si cada vez que sube más, vamos incrementándolo, es dinero que no revierte directamente a la gente, es dinero que acaba yendo a aquellos que colocan los alquileres altos. Para mí, es poner una “tirita”.
Sí, pero la gente, al final, a quien pide ayuda son a los comunes.
Totalmente. De hecho, quería hacer referencia a cuándo creamos nuestro departamento de social. Cuando lo hicimos, creó un bajón al gobierno porque “a ver si invadíamos las competencias”. Es decir, esta reflexión social también debería habársela el gobierno.
Hubo ciertas complicaciones con los estudios de carga, ¿por qué?
En relación con los estudios, siempre he sido muy crítica. Siento que no había un encargo preciso y se tendría que haber trabajado conjuntamente con los comunes desde el inicio. Los comunes nos lo encontramos de repente y creo que el resultado no es adecuado. Y ahora que el gobierno tiene los estudios de carga, dice que debe pedir un nuevo estudio de carga nacional. Puede ser que dejemos de pedir estudios y nos encarguemos de los problemas. Desde Escaldes, pensábamos que lo realmente importante era trabajar la revisión del Plan de Urbanismo, porque eso es lo que interesa. Los estudios de carga tenían muchas incertidumbres, el propio gobierno no había hecho los deberes y no sé si los ha hecho hoy en día. Un estudio de carga, ¿de acuerdo con qué? ¿Cuál es el objetivo final? El tema de la movilidad, por ejemplo, con este estudio de carga pone que desde 2022 estamos ya saturados en la red vial, por lo tanto creo que no se tenía que reflexionar más para ser serios y se tenía que actuar. Hemos perdido dinero y horas y siento que no ha aportado nada al debate.
La encuentro muy crítica con el futuro del país.
Yo lo que quiero es que el país vaya bien. Me gustaría que se trabajaran las cosas seriamente y que pensemos qué país queremos, esto último es un trabajo imprescindible antes de envolvernos con otras cosas. ¿Queremos que sea un país con encanto y agradable o ya nos está bien que sigan construyendo?
¿Qué opina del acuerdo de asociación?
Me genera muchas dudas. De la manera que se nos explica, no acabo de ver cuáles son los grandes beneficios. Creo que nos falta terminar de analizar cuáles son las repercusiones de cada aspecto que plantea el acuerdo. Pienso que la estrategia del gobierno no ha terminado de funcionar, porque en cuanto a calle, a mucha gente no se le ha acabado de convencer. La percepción que tengo ahora es que mucha gente tiene muchas dudas.