miércoles, 21 de mayo de 2025
És notícia

Encamp celebra el primer Ball de l’Ossa tras actuar en la sede de la UNESCO de París

Foto del avatar

Buen día, ¡Encamp! Con este saludo ha arrancado el Baile de la Osa este lunes 12 de febrero. El aparcamiento de El Prat de l’Arenys de la parroquia andorrana ha aglomerado a las 16.15 horas a centenares de asistentes, que se han acercado al lugar para disfrutar de una de las representaciones más cómicas del Carnaval de la localidad. “Nos ha hecho mucha ilusión que viniera tanta gente porque ha sido la primera representación del Baile de la Osa que hacemos después de ir en septiembre a actuar a la sede de la UNESCO en París“, ha explicado Edgar Rodríguez, que por primer año ha tenido el papel de siega.

El evento, que desde finales de 2022 forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, ha comenzado con la entrada del Señor y la Señora en un coche tirado por caballos. Allí se han encontrado con el capataz y han llegado a un acuerdo para contratar a los dallaires que trabajan bajo su vigilancia. “Teniendo en cuenta que somos la élite de dallaires andorranos, por menos de cuatro millones no haremos el trabajo”, ha apuntado el capataz. Tras un rato de negociación, han acordado bajar la oferta a los 3,5 millones de euros por el servicio a prestar. Eso sí, el sueldo, los dallaires, lo han cobrado de manera ilegal. “Yo soy muy de pagar en B”, ha señalado el jefe.

Pero allí donde tenían que dallar la hierba los segadores, había varias personas sentadas. “¿Quién es esta gente de aquí?”, ha preguntado el capataz. “Se les ve confortables —los individuos intrusos estaban en una tienda de campaña, como crítica a la falta de vivienda asequible para los jóvenes andorranos—, no sé cuánto pagarán de alquiler”, ha añadido. A continuación, el encargado se ha acercado al segundo grupo, que le ha explicado que estaban haciendo una manifestación. “Ah, los andorranos y su manera de manifestarse en silencio”, ha criticado el capataz.

Con el campo ya libre de inquilinos, los dallaires han podido iniciar el trabajo. Pero pocos minutos después se han distraído y el capataz ha tenido que empacarlos y golpearlos con el bastón. Mientras la cabeza corría detrás de la “cuadrilla de dropos”, también hacía sátira sobre varias situaciones que se han ido dando durante todo el año o de las actuaciones de las figuras públicas. Pero también se ha mofado de acontecimientos más recientes, como de los daños producidos durante el robo del Rey Carnaval de Huelva por parte de Encamp. “Para Carnaval todo se vale”, ha bromeado.

 

La merienda de la Fregona

Tras lo que los dallaires han considerado una tarde intensa de trabajo, se han reunido debajo del pino que había en medio del prado a cantar viejas canciones populares como ‘La desgracia de un pobre hombre’ y ‘Sega-me-la arran’.

Y mientras la tranquilidad permanecía en el lugar, ha llegado la Fregona subida a un poni con un cesto lleno de alimentos. Era la hora de la merienda y ha querido que los trabajadores no pasaran hambre, así que ha cogido la comida y lo ha repartido de una manera peculiar: la mujer, con poca paciencia, los ha estampado en la cara huevos y harina y los ha duchado con leche y vino.

Metáfora de la osa

Mientras continuaba el disfraz, ha aparecido silenciosamente de entre el público una osadía. Los dallaires se han espantado, pero el capataz los ha tranquilizado diciendo que esta hembra era mansa. “Esta osa lleva con nosotros desde el año 74, se conoce este prado de memoria, no como la osa de Ordino. Es más, tengo una sorpresa”, ha comentado. “Mire, les hemos robado (en Ordino) el Carnaval, y les hemos robado la osa”, ha exclamado con el supuesto cráneo del animal en la mano.

De vez en cuando, un bramido feroz ha parado en seco la gresca y otra osa se ha plantado en medio del campo buscando restos de comida para llevárselas a la boca. Esporuguits, los segadores y la Fregona han huido hacia el pueblo para pedir ayuda a los cazadores, quienes han abatido la hiera a tiros.

Finalmente, han vuelto a aparecer el Señor y la Señora, y, para celebrar el final feliz para la gente del campo, se han dado todos las manos y han empezado a bailar y a entonar la canción ‘Esa noche hemos muerto la ruca’. En este contexto, la osa se convierte en el símbolo de las dificultades y, el hecho de que la capturen, significa la lucha victoriosa contra los tropiezos que sufre la sociedad.

“Lo he vivido de manera espectacular”

La Comisión de Fiestas de Encamp es la encargada de hacer perdurar en el tiempo la tradición del Ball de l’Ossa. “Llevamos reuniéndonos desde septiembre dos o tres veces por semana”, ha explicado Edgar Rodríguez. Él es uno de los tantos jóvenes que da vida a las festividades del Carnaval, como la Colgada, los Contrabandistas o la Operación del Rey Carnaval.

Y, aunque también había participado en años anteriores en este espectáculo, nunca había tenido el papel de siega. “Es mi primer año de siega y lo he vivido de manera espectacular”, ha afirmado Rodríguez, que llevaba la camisa llena de restos de comida por culpa de la Fregona.

Posteriormente, los jóvenes de Encamp han repartido entre los asistentes una comida singular como señal de agradecimiento. “En el acabar la función, repartimos a todo el mundo una tostada de pan de campo con allioli de membrilla. Es una tradición”, han explicado.

Adherencia a la UNESCO

La ciudad de Rabat (Marruecos) se convirtió en la sede de la 17ª sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO del 28 de noviembre al 3 de diciembre de 2022. En esta reunión, los asistentes recibieron la candidatura impulsada por Andorra y Francia a la que solicitaban que se declarara las Fiestas del Oso de los Pirineos Patrimonio Cultural Inmaterial.

El informe se emitió en sentido favorable porque, según el Comité, reunía los “criterios necesarios de la Convención de 2003”, ya que la festividad fomenta unos valores que promueven el diálogo entre las personas y el medio natural. Aunque la representación teatral del Ball de l’Ossa tiene su origen en la edad media, desde la década de los cincuenta sigue un guión escrito por Rossend Marsol Sícoris.

Como señalan desde el Comú d’Encamp, esta decisión de la UNESCO “supone el reconocimiento internacional de una expresión del patrimonio” y fomenta “la implementación de medidas de salvaguarda con el papel activo de las instituciones y, muy especialmente, de los actores que se encargan de materializar, difundir y transmitir la fiesta a las generaciones más jóvenes”.

Total
0
Shares
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticia anterior

Detienen a un joven de 22 años por agresión homófoba en Barcelona

Siguiente noticia

Herida una mujer por el impacto de una farola a causa del viento

Noticias relacionadas