Entre el 4 y el 6 de octubre, Tortosa ha acogido la undécima edición del festival de arte efímero A Cel Obert que llena los patios y los claustros del casco antiguo de Tortosa con el fin de seguir apostando por la cultura y por acercar el patrimonio arquitectónico a la ciudadanía.
Durante estos días, la ciudadanía ha podido visitar un total de 13 intervenciones artísticas, en esta ocasión, inspiradas en la intensidad.
Este domingo por la mañana se han dado a conocer los ganadores de los premios en el patio del Antiguo Matadero del Museo de Tortosa.
El jurado estaba formado por: la concejala de Cultura, Mar Lleixà; la directora del centro de arte Lo Pati Amposta, Aida Boix; el arquitecto técnico de ArquinFAD, Albert Brufau; la arquitecta y coorganizadora del festival, Núria Anfruns y el arquitecto y representante del COAC, Enric Roig.
Y, por unanimidad, han decidido otorgar el premio a la intervención “Fiesta azul”, ubicada en el Pasaje Franquet.
Sus autores, Elías Barczuk y Samuel Laguarta, querían representar la intensidad mediante un evento social como una fiesta con un banquete.
Para ello había una larga mesa parada esperando el momento de la comida e, incluso, invitando a los vecinos de la calle y a los visitantes a participar de un brindis colectivo que tuvo lugar ayer por la tarde.
Ahora bien, el premio del público se lo ha llevado la instalación “La danza de las flores”, ubicada en el interior de la Casa Bau, sede de la demarcación del Colegio de Arquitectos de las Tierras del Ebro (COAC).
Esta es una creación del Tecnoateneu de Vilablareix que ha sido invitada por el festival en la ciudad dentro del espacio “A Cel Cobert”, después de haberla visto, por primera vez, en el festival del Temps de Flors de Girona.
Se trata de un proyecto colaborativo que representa un jardín de flores mecánicas que se abren y se cierran y que cambian de colores al ritmo de la música mediante tecnología wifi.
El proyecto se ha realizado con impresoras 3D, luces LED y la robótica de Arduino, también presente en las aulas STEAM de algunos centros educativos.
Además, esta intervención ha ofrecido también la experiencia de disfrutar de un concierto de media hora en directo organizado por el DeltaChamber, el festival de música de cámara de Amposta.
En este caso, se interpretaron nueve piezas de Bach para violonchelo y clarinete, por parte de la violonchelista, Laia Puig, y el clarinetista, Pau Rodríguez.
Era la primera vez que se establecía una colaboración entre ambos festivales y, este domingo, también se ha anunciado que la obra “Clickbait” ha sido la seleccionada por parte de la organización del DeltaChamber para formar parte de la escenografía de uno de sus conciertos de cara a la próxima edición.
Y es que, “Clickbait” no sólo se ha adueñado de este reconocimiento, sino que también ha sido galardonada con el premio de los niños y niñas como mejor intervención.
Esta ha sido una creación de los artistas Gonzalo Álvarez, Lucas Jiménez, Pedro León y Pablo Martínez que se ha podido visitar en el patio del Colegio de Sant Jordi y Sant Domènech, sede de la EOI.
Se trata de una obra que incorporaba unas flechas amarillas llamativas, de grandes dimensiones y de todas las formas posibles que apuntaban todas hacia el medio del patio, lugar donde se ubica un ficus.
Querían hacer así una llamada a la atención del público asistente para que se fijaran en la belleza de algo tan sencillo como un árbol que, a menudo, podría pasar totalmente desapercibido a los ojos de todos.
Al mismo tiempo, la obra esconde un trasfondo crítico tras su nombre que nos recuerda ese afán de la prensa groguista y sensacionalista de querer conseguir que el usuario centre su atención en noticias absurdas o irrelevantes mediante el uso de colores vistosos, flechas y subrayados.
Una tendencia muy popular en las redes sociales que, fuera de su contexto, nos resulta sorprendente verla representada de esta ocurrente manera en medio del patio.
Las otras intervenciones que se han podido visitar a lo largo de todo este fin de semana han sido “Esclat”, una propuesta de los alumnos del bachillerato artístico del Instituto Dertosa, coordinada por los profesores Helena Balagué, Rosa Curto, Neus Llatge y Ramon Ruiz.
La obra, ubicada en el patio del Antiguo Matadero, está hecha con estructuras verticales de madera articuladas y representa la intensidad de los sentimientos que todos experimentamos con el amor o la euforia y que se esparcen de forma incontrolada y desordenada.
El día de la inauguración, la artista multidisciplinar, Mar Grifoll, hizo una performance de danza en esta intervención.
Además, cabe destacar que era la primera vez que el A Cielo Abierto dejaba en manos de los centros educativos la opción de pensar, proyectar y diseñar una intervención de arte efímero para el festival.
En total, se presentaron más de una decena de maquetas con posibles intervenciones de diferentes centros educativos, de las cuales, “Esclat” resultó ser la ganadora.
En el patio del Palau Montagut se ubicó la obra “Territorios de habitabilidad”, creada por los ojos de Arenas Posibles, Sergi Ramírez y Montserrat Cuesta, y Óscar Rodríguez.
En el patio del Palacio Episcopal estaba la intervención invitada por la Red Transversal.
Se trata de “A tu emparo”, una especie de manto de la Virgen María y de todas las madres hacia sus hijos.
Por primera vez se ha incorporado un nuevo patio a la ruta que se trata del Horno de La Canonja, conocido en la ciudad por el local de restauración que se ubica.
Allí, el artista John Davidson ha dejado volar la imaginación con unos cuantos sacos de construcción, luces y música a todo volumen con la creación “Al punto”.
En el patio del Colegio de Santiago y San Matías, del conjunto de los Reales Colegios, un enorme globo terráqueo inflable reclamaba la intensidad de la ciudadanía para evitar que éste acabe desinflándose a través de la intervención “Sopla, vivo te lo doy”, de Lourdes Peñaranda.
Una metáfora de concienciación colectiva sobre la situación de emergencia climática de la Tierra.
En el claustro del convento de la Purísima Concepción Victoria estaba la intervención invitada de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Reus de la URV con la obra “Una ventana al cielo”.
Mientras que en la Escuela de Arte estaba la obra “Hugin”, a cargo de la Escuela de Arte y Diseño de la Diputación de Tarragona en Reus.
Esta era la creación de Brian Vancells, Bianca Voina y Younes Yahyioui, unos alumnos que pretendían concienciar sobre las tragedias de las guerras con una pieza que representaba una paloma de la Paz teñida de negro para simbolizar otra ave, el cuervo de la muerte, con una serie de hilos que querían desde el cielo simulando la metralla y las bombas que caen sobre las ciudades en guerra.
La obra iba acompañada de un golpeador audiovisual en el que se proyectaban imágenes de diferentes conflictos armados internacionales, los más recientes los de Ucrania y la Franja de Gaza, con la contraposición de cifras de muertos o de dinero invertido en armamento por parte de las grandes potencias mundiales.
En el convento de Santa Clara se ha podido visitar la intervención “La magnitud de los sentidos”, una especie de túnel sensorial con olores de flores, luces y plásticos de colores que no dejaban a nadie indiferente y que llegaban de la mano de ESARDI de Amposta.
En el patio del Convento de las Siervas de Jesús, un espacio que se incorporó el año pasado a la ruta, estaba la intervención “El eco del silencio” con chimeneas de ventilación que escondían unos códigos QR en el interior que permitían que el espectador encontrara un momento de calma escuchando momentos relajantes como las olas del mar, el canto de los pájaros, un arroyo…
Y, por último, el patio descentralizado de la EMD de Jesús, en el claustro del edificio de la Inmaculada.
Allí, la obra “Vitrall” jugaba con las intensidades cromáticas propias de las vidrieras de las iglesias o de las vidrieras que decoraban las casas modernistas, incluso, con la incorporación de una serie de elementos móviles que se escondían entre los arbustos del patio.
Con todo, en la valoración final del festival, su organizadora, Cristina Bestratén, ha dicho que esperan superar la participación de la anterior edición, ya que, las primeras cifras recabadas por parte de algunos de los patios participantes indican que, solo ayer por la tarde, la sede del COAC recibió un total de 2.200 visitantes y la Escuela de Arte unas 2.000 personas..
Por tanto, una vez más, la muestra ha acogido a un gran número de asistentes, también venidos de todas partes, que han visitado la ciudad en un fin de semana lleno de actividades, ya que, también se celebraba la recreación del Setge de 1708 con los Miquelets de Catalunya, la primera feria de bienestar animal en el parque y el pistoletazo de inicio de la ruta gastronómica de la A Tortosa De Tapes y la campaña de dinamización comercial de los Bons Tortosa.
Con respecto al próximo año, desde la organización ya se ha avanzado que la temática de 2025 serán los Sueños.