La muerte de Lorena, una mujer de 37 años, el pasado mes de enero cuando hacía una inmersión en la Cueva del Agua de Isla Plana (Cartagena) la podría investigar un juzgado de violencia sobre la mujer.
El Juzgado de Instrucción de Cartagena que asumió el caso se ha inhibido a favor de uno de los juzgados de Violencia sobre la Mujer de Murcia. El previsible paso siguiente es el auto del juzgado de Violencia sobre la Mujer aceptando la inhibición del juzgado de Cartagena.
La investigación de la Guardia Civil se enfoca si la pareja de la mujer, Ismael, pudo incurrir en un presunto delito de homicidio imprudente.
El hombre mantenía una relación. El sábado 18 de enero, el individuo llamó al 112 solicitando ayuda. Según su relato telefónico a las once de la noche tocadas, había perdido de vista a su compañera tras hacer una inmersión en la Cueva del Agua.
El domingo cerca de las dos de la madrugada, agentes del GEAS de la Guardia Civil rescataron el cuerpo sin vida de la buceadora.
ISMAEL, ¿UN INSTRUCTOR DE BUCEO DEMASIADO IMPRUDENTE?
Ismael mismo, explicó que en aquella incursión de buceo nocturno no había visibilidad, que la mujer se espantó, que llegó a entrar en pánico y que, cuando la perdió de vista, él también se espantó y finalmente salió del agua. Y llamó a Emergencias.
Ismael, de 41 años, era instructor de buceo y cuesta entender cómo se llevó a su pareja en una inmersión aparentemente tan peligrosa. Cuando testificó, dijo que la mujer había perdido la línea de vida (los jefes-guía en la gruta), que fue ella la que empezó a ponerse nerviosa y que él no pudo hacer nada para ayudarla.
La Cueva del Agua es un laberinto donde ya han perdido la vida cuatro personas en tres décadas. El agua se enturbia bastante y muy rápido, ya que suelen desprenderse sedimentos de las paredes debido al movimiento de los propios buceadores y las burbujas de las bombonas.
Es por todo ello, que se sospecha del instructor y pareja de Lorena: nadie se adiciona a un ser querido y con poca preparación a una gruta tan peligrosa.