El PSC se encuentra ante una de las mayores oportunidades en los últimos años de recuperar la alcaldía de Reus. Hace 12 años que la perdieron y ahora quieren consolidar el crecimiento que experimentaron en 2019. Los socialistas apuestan por una renovación de caras en la lista con la nueva candidata Sandra Guaita como máximo exponente del cambio. Hablamos con la cabeza de lista para que nos explique qué ámbitos quiere transformar si llega a la alcaldía.
Plantea cambios en la lista electoral como fichajes estrella como Josep Baiges. ¿Qué aportan todos los nombres que ha incorporado?
Es una lista cohesionada en muchos aspectos. Tenemos gente que trabaja desde el tejido asociativo, empresarial o universitario. Esto hace que sea una lista completa con gente que no ha estado vinculada a la política y otras que han sido concejales en el gobierno y en la oposición.
Han sido capaces de recuperar personas con experiencia de gobierno en la ciudad, aunque hace años que perdieron la alcaldía.
La gran mayoría de concejales de gobierno que hemos tenido se han puesto a nuestra disposición, también en legislaturas anteriores. Fueron unos grandes partícipes de la construcción del Reus que teniendo hoy y han sido muy generosos. Para saber hacia dónde queremos ir, tenemos que saber de dónde venimos y qué somos como ciudad.
Hace 12 años que el PSC no gana unas municipales en Reus. ¿Qué puede ser diferente en 2023 para que vuelvan a quedar primeros?
Tenemos un proyecto muy ilusionador. La gente quiere cambio y la única opción somos nosotros. El resto de opciones o están en gobierno o no tienen opciones de ganar. Además, el equipo humano es potente y conoce la ciudad desde muchos aspectos diferentes. Por lo tanto, pensamos que todo esto suma.
Presenta una candidatura con tres ejes. Las personas, la sostenibilidad y la ciencia. ¿Qué propuestas plantea para implementarlos?
Lo primordial son las personas. Las propuestas van alineadas con problemáticas de la ciudadanía como el mantenimiento de la vía pública, la limpieza, la seguridad y la política económica y empresarial. En este ámbito, debemos definir cómo desde la administración pública acompañamos a los emprendedores, a los empresarios, a la industria o al comercio. Los otros dos ejes van ligados con el primero, ya que todos los ejes son para trabajar por las personas. El hecho de que las empresas, la universidad o las diferentes entidades se quieran vincular en nuestro proyecto nos permite tejer el triángulo perfecto entre las personas; la ciencia, la innovación y la economía, y las políticas verdes de sostenibilidad.
¿Qué ha faltado para que Reus salga reforzado en el ámbito empresarial y del comercio?
Hemos estado hablando con el sector y encuentran falta de acompañamiento por parte de la administración pública. Con políticas de promoción de la ciudad, de retención de talento y de acompañamiento a los emprendedores y a las empresas que se implementan en la ciudad. Todas estas son las carencias que nos han trasladado y las queremos abordar con nuestras propuestas. Sabemos que las soluciones no serán definitivas, pero son importantes como punto de partida inicial para transformar la ciudad.
¿No cree que a veces esperamos que las administraciones públicas nos saquen las castañas del fuego en ámbitos privados como el empresarial o el comercio?
Desde la actividad privada se ha hecho mucho trabajo y tenemos grandes referentes, pero la administración no ha acompañado. No debes interceder para ser un impedimento, sino que debes acompañarlos y permitir que pasen estas cosas. La administración ha puesto muchas trabas.
¿Cuáles?
Por ejemplo, las trabas administrativas cuando quieres abrir un negocio. La gente que quiere abrir un negocio muchas veces no conoce los trámites y qué tiene que hacer. ¿Por qué no haces que haya alguna persona que los guíe en el proceso? Por otro lado, si quieres que las empresas vengan a la ciudad, no te puedes quedar sentado esperando. Tienes que ir a buscarlas, acompañado de otras empresas. Tienes que escuchar el tejido empresarial de la ciudad, que es muy fuerte. Mucha parte de la ciudadanía pide que se les escuche.
Antes de la precampaña también hablaba de la pérdida de la capitalidad sanitaria y cultural. ¿Cree que ha sido por la falta de acompañamiento o por otros factores?
Ocurre algo parecido al tejido comercial y empresarial. Las entidades culturales han continuado realizando actividad cultural de manera positiva por la ciudad. Pero la administración debe acompañar para que todo brille. En el ámbito cultural es evidente que esto no ha sido así y en lo sanitario es más evidente que ninguno. Cuando tienes un hospital municipal y lo regalas, gran parte de la culpa que perdemos la capitalidad sanitaria es de la administración local.
¿Qué propone en materia sanitaria?
Hay algo que no se puede deshacer: te has desligado de un hospital municipal que era patrimonio de la ciudad y que muchos ciudadanos habían luchado por él. Recuperarlo es muy difícil, pero lo que puedes hacer es que los profesionales sanitarios que están en tu ciudad te hagan coger capitalidad en otro aspecto como la ciencia y la innovación. Debe servir para que se vea Reus como un pozo de conocimiento en la parte agroalimentaria, de nutrición, salud y las TIC.
En cuanto a la cultura, ¿cree que hay otros municipios en el territorio que brillan más que Reus?
Si tú no avanzas, lo que pasará es que tirarás atrás y los demás avanzarán. Por lo tanto, si durante unos años no has ejercido la capitalidad cultural, habrá alguien otro que lo hará. Te tienes que poner a trabajar con el tejido cultural para que Reus vuelva a ser referente indiscutible en este ámbito.
Ha sido muy ‘pesada’ a la hora de reclamar infraestructuras como Bellissens o la Intermodal. Una vez que parece que llegarán, ¿cómo se debe articular Reus?
Hemos sido pesados porque hemos pensado que es importante. No puede ser que el Camp de Tarragona no tenga un sistema de transporte público y sostenible adaptado a nuestras necesidades. Hay mucha gente que nos movemos de unas ciudades a otras. La red de tren no había sido bien estructurada, por eso pedimos un estudio que además permitiera la intermodalidad con otros ejes.
El tren es absolutamente necesario y el aveceador de Bellissens es un polo de dinamización por el sur de Reus y el territorio. Después, definir cómo el tranvía entra en la ciudad es muy importante y Reus debe tener un peso importante en las reclamaciones hacia Barcelona. Finalmente, dentro de la misma ciudad, debemos tener un transporte público urbano como el autobús que sea útil en las frecuencias y accesible. Por ello, vamos a hacer las propuestas como la T-Hospital y la T-16. Además, por ley deberemos aplicar una zona de bajas emisiones. No le puedes decir a la ciudadanía que no puede entrar en coche sin darles una solución.
¿Le gusta el trazado que se plantea del tramo?
Nos preocupa que el hecho de que la construcción se plantee en dos fases (en la primera no está Reus y Tarragona) haga que nos quedemos colgados. Así que estaremos muy atentos para que no se detenga en la fase 1. Hay que acabar de perfilar con el gobierno de la Generalitat cómo debe discurrir el trazado en la ciudad.
En su presentación hablaba de urbanismo táctico. ¿Cuáles son las actuaciones principales que plantean?
Este urbanismo táctico iría a determinadas zonas de ciudad, donde por ejemplo no tienes aceras con una anchura lo suficientemente grande para que sea accesible. Se haría una primera actuación rápida y después se harían actuaciones más a largo plazo. Además, la pacificación debe ir acompañada de árboles porque tenemos una ciudad muy gris. Por lo tanto, cada ciudadano de Reus debería tener una zona verde a cinco minutos caminando. Es un cambio también en ámbitos como la salud física y psicológica.
¿Se enferma en algún otro municipio? Los socialistas en Valencia defienden este modelo, pero en Barcelona no acaban de estar de acuerdo con algunas medidas de este estilo.
El problema de cualquier modificación urbanística es que no la puedes hacer de espaldas a la ciudadanía. La gente es muy consciente de que se deben pacificar las ciudades. Tienes que hacer un trabajo conjunto con la ciudadanía y hacerla partícipe. De esta manera, la gente se lo siente suyo. En determinadas zonas de la ciudad hemos tenido problemas urbanísticos por la falta de diálogo.
¿Qué mecanismos plantea para que exista esta interlocución?
Tienes herramientas como las entidades vecinales y culturales. Algo que tienes que hacer es pisar calle. No podemos presentar un proyecto planteado en un despacho y pensar que eso es lo que la ciudadanía quiere. Tenemos suficiente masa crítica para que podamos hacer que la ciudadanía participe.
El gobierno presume de la participación ciudadana en este mandato.
Los presupuestos participativos no lo son porque tengan el nombre. Hay propuestas que tienen 100 votos. Tienes que buscar activamente la participación porque es un proyecto ciudadano. Si tienes unos presupuestos participativos donde la mayoría no participa, no son útiles.
La portavoz de los paradistas del Mercado del Carrilet fue al escenario en su acto de presentación. ¿Qué solución plantea para el mercado?
Es un ejemplo más de no escuchar. El Mercado del Carrilet está ubicado en un espacio que da una respuesta muy amplia al sur de la ciudad y hay personas vinculadas al barrio. Cuando pasamos por cuatro propuestas diferentes, estás jugando con la vida de las personas que trabajan en ellas. Vamos a hacer propuestas para que no se cerrara. No porque lo pensáramos sólo nosotros, sino que vamos a ir allí y vamos a escuchar a los implicados. Además, las paradistas recogieron muchísimas firmas y nadie las ha escuchado. No hemos cambiado ni una coma desde el momento inicial, es un proyecto que el barrio y las paradistas quieren. Sin embargo, hay un estudio que dice que es factible transformarlo.
¿Con qué partidos tiene mejor encaje el PSC?
Hemos dicho que desde el primer momento que queremos ser el partido que gana las elecciones. Y también hemos dicho que queremos pactar con aquellos partidos que tienen un proyecto parecido al nuestro. Nos podemos sentar con todos aquellos que recojan en parte nuestras propuestas. Sin embargo, tenemos que ganar porque el liderazgo hace mucho. La ciudadanía nos pondrá los números sobre la mesa y tendremos que ser capaces de escucharlos para alcanzar el consenso que nos reclaman.
