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La histórica marca de turrones Virginias, arraigada en Reus, dirá adiós a la ciudad después de más de un año de producción en su nueva planta ubicada en el polígono Nirsa. La decisión, según ha informado Canal Reus, ha sido tomada por Acrimont Foods, la empresa de Agramunt que adquirió la línea de producción de turrones de Virginias en 2018, y que ahora ha anunciado el cierre de las instalaciones en la ciudad. La medida afectará directamente a los 24 trabajadores de la fábrica, a los que se está negociando las condiciones de despido.
Este cierre representa una pérdida para Reus en el sector industrial de la ciudad, donde ha sido una marca emblemática durante décadas. Sin embargo, el futuro de la marca no parece estar en peligro, ya que las negociaciones entre Acrimont y Borges apuntan a una continuidad de la producción a través de la empresa reusense, que se encargará de la distribución, tal y como ha informado el propio medio.
Inversiones que no han fructificado
El cierre de la planta de producción en el polígono Nirsa llega tras una inversión de tres millones de euros por parte de Acrimont Foods, que transformó dos naves de la zona en una moderna planta de producción. La fábrica abrió puertas a finales de 2024, pero el proyecto no ha conseguido consolidarse como se esperaba. Además, otro de los elementos que formaban parte de la renovada estrategia de Acrimont, una tienda con cafetería en la plaza del Mercadal, también cerró sus puertas en 2023.
Las causas del cierre de la fábrica de Virginias podrían estar relacionadas con las dificultades de consolidar la producción y comercialización en un mercado cada vez más competitivo y con un panorama económico incierto. La reconversión de este sector alimentario parece haber sido un reto para la marca.
Una ciudad que se despide de otras marcas emblemáticas
El cierre de la planta de Virginias se enmarca en una serie de pérdidas para la ciudad de Reus, que este año ha visto como otras marcas emblemáticas dejaban de producirse en el municipio como Almendrina.
Con este panorama, Reus se ve inmersa en una transformación de su tejido industrial, con el adiós de marcas que, en el pasado, fueron el corazón de la economía local. Los movimientos comerciales y las alianzas estratégicas como la de Virginias con Borges reflejan los cambios en el sector alimentario y la necesidad de modernizarse para seguir compitiendo en el mercado global.
