La empresa de capital público Secomsa ampliará la planta de tratamiento de la fracción resto, ubicada en el Centro Comarcal de Gestión de Residuos de El Baix Camp, en Solivella, para poder asumir las puntas estivales de residuos que se generan en el territorio. El rechazo que entra en el centro pasa de unas 4.000 – 5.000 toneladas en los meses de invierno a 9.500 toneladas en julio y agosto, según ha podido saber la ACN.
Las nuevas instalaciones deben estar terminadas en mayo de 2026 y se pasará de una capacidad máxima de tratamiento de 85.000 toneladas anuales a las 140.000. El presupuesto total de la nueva infraestructura es de 10.672.491,5 euros que se financiará a través de una subvención de la Agencia de Residuos de Cataluña.
Actualmente la planta trabaja a una capacidad de tratamiento de 70.000 toneladas de resto al año, pudiendo llegar a picos de 85.000 toneladas. El centro acostumbra a trabajar a su máximo rendimiento durante los meses de verano, cuando la Costa Dorada duplica su población debido a la llegada masiva de turistas y, por tanto, se genera más basura. Ello comporta que los trabajadores tengan que hacer más horas o que no se hagan los mantenimientos correspondientes.
“En invierno hay poca población y la planta tiene una capacidad sobrada para tratarla, pero en verano se dobla la población flotante y necesitamos más horas de funcionamiento para asumir estas puntas estivales de residuos”, explica el responsable de la planta de tratamiento de Secomsa, Miguel Pérez, a la ACN.
Con la ampliación se hará una nueva línea de tratamiento para separar el rechazo. De este modo, se pasará de una capacidad máxima de 85.000 toneladas al año a 140.000, aunque la previsión es no superar las 100.000 con dos turnos laborales diarios de seis horas y media.
El 50% de resto se puede reciclar
Además, se hará una nueva nave dentro del recinto actual del Centro Comarcal de Gestión de Residuos. Tendrá unos 1.630 metros cuadrados de superficie y servirá para almacenar el rechazo que ya no se ha podido separar. Actualmente, Secomsa recupera del resto entre un 30% y un 40% de materia orgánica, un 6 – 8% de plástico; y recicla entre un 4% y un 5% de metales y vidrio. Aproximadamente, un 50% del rechazo que entra en la planta de Solivella acaba en una incineradora o un vertedero controlado.
Ahora mismo, las instalaciones de Secomsa dan servicio a las comarcas de El Baix Camp, L’Alt Camp y El Baix Penedès. Con la ampliación, la planta “estará preparada para las necesidades que puedan aparecer dentro del territorio como incidencias en otras plantas de tratamiento o comarcas que tengan esta necesidad”, señala Pérez.
Previsión a la baja del resto
A pesar de la expansión de la planta de resto, Secomsa tiene previsto que la cantidad de rechazo que se gestiona en el centro vaya bajando a medida que se expanda el puerta a puerta, y en cambio, aumente la entrada de materia orgánica. “Las plantas se piensan con una flexibilidad. Nosotros ahora tratamos fracción resto, pero con pequeñas modificaciones de la instalación, se puede tratar la fracción orgánica de recogida selectiva”, destaca el responsable de la empresa.
La licitación de las obras de ampliación se divide en dos lotes. El primero engloba la construcción de la nueva línea de tratamiento, con un presupuesto de 8.972.369,75 euros (IVA incluido), mientras que el segundo lote hace referencia a las obras para hacer la nueva nave, valorado con 1.700.121,78 euros (IVA incluido). Mientras duren los trabajos de construcción, Secomsa prevé mantener en funcionamiento la línea de tratamiento de resto. “Puntualmente sí pueden haber paradas que se planificarán y se intentará no desviar residuos”, indica Pérez.