El conseller de Justicia y Calidad Democrática, Ramon Ribagorçana Ribagorçana, ha mantenido hoy, en la localidad de Solivella, en El Solsonès, una reunión con la Asociación de Micropueblos de Cataluña (AMC), presidida por Joan Solà Bosch, que es a la vez alcalde de la localidad, un municipio que suma actualmente 267 habitantes.
En el contexto de la reunión, Viladoma ha informado de que ayer en la reunión en el Palau de la Generalitat de Catalunya “voy a trasladar la voluntad del Gobierno de preservar la figura del juez de paz, en el marco de las futuras oficinas municipales de justicia que se prevén en el Proyecto de ley orgánica de medidas en materia de eficiencia del servicio público de justicia“.
La tramitación del Proyecto de ley orgánica de medidas en materia de eficiencia del servicio público de justicia establece la creación de oficinas de justicia en los municipios, aspecto que, para el Gobierno, no puede representar la desaparición de la figura del juez de paz, arraigada en Cataluña y recogida en el artículo 108 del Estatuto de Autonomía Cataluña (EAC), un sistema de justicia de proximidad que tiene por objetivo resolver conflictos menores con celeridad y eficacia.
El conseller ha remarcado que “el juez de paz es una figura importante, particularmente en los pequeños municipios, que contribuye positivamente a la resolución de conflictos, evitando su judicialización“.
Servicios públicos de proximidad y de calidad
La visita, que responde a una invitación del presidente de la Asociación, Joan Solà, se enmarca, también, dentro de la voluntad de territorializar los servicios públicos para garantizar que toda la ciudadanía, con independencia de su lugar de residencia –sean las grandes conurbaciones urbanas o las pequeñas localidades-, tenga acceso a ellos con igualdad de oportunidades.
Una de las problemáticas de los pueblos pequeños y diseminados, con poca población, es el acceso a los servicios, en general, y a los servicios públicos, en particular.
La reunión ha servido, además, para hacer un diagnóstico conjunto sobre la realidad de estos pequeños municipios de menos de 1.000 habitantes –cerca de 500 repartidos por toda Cataluña– y compartir los grandes retos y las diversas problemáticas, entre las que se destaca también el acceso a los servicios públicos en ámbitos como el de la justicia o la atención a las víctimas.
La reunión ha permitido establecer un marco de diálogo y colaboración, con la premisa de que la prestación de unos servicios públicos de proximidad y de calidad es clave para mejorar la vida de los residentes en los micropueblos, que representan la Cataluña más despoblada, con menos infraestructuras y, por tanto, con unas necesidades más específicas.
Con este encuentro, el Departamento da un paso más hacia el objetivo de poner los servicios públicos al frente de la acción de Gobierno, aproximándolos al máximo al conjunto de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña, y garantizando una mejor vertebración y cohesión territoriales entre zonas urbanas y rurales.