Las obras de recuperación de la muralla medieval de Sant Francesc de Valls arrancarán a principios de 2025. El Ayuntamiento ya ha aprobado el proyecto ejecutivo de derribo, consolidación, reinterpretación y urbanización para licitar los trabajos a finales de año. Todo ello, tras conseguir la totalidad del coste del proyecto (2,8 MEUR) de los fondos europeos, que permitirá actuar en los dos ámbitos previstos de la calle San Francisco: uno en el entorno de la Fuente de San Sebastián y el otro entre los números 102 y 116. La intervención busca recuperar los vestigios de las murallas del siglo XIV, ocultas en el interior de los edificios, y urbanizar la zona para crear un nuevo espacio ciudadano y una nueva puerta de entrada al centro histórico. Las obras finalizarán en 2026.
A principios del próximo año comenzará el derribo de una parte de los edificios que actualmente configuran la calle San Francisco y que desde hace años están desocupados. A partir de ahí se trabajará para recuperar la muralla medieval, datada del siglo XIV, que están escondidos en el interior de los inmuebles. Los arquitectos encargados de redactar el proyecto -Anna Ibarz, Marta Milà y Marc Torrellas- han detallado que aunque hay tramos donde parece que ha desaparecido el muro, sí hay “una gran parte bastante bien conservada”.
Sin embargo, han reconocido que a la hora de plantear las actuaciones las han diseñado pensando en hipótesis”, ya que “no sabremos qué sorpresas nos encontraremos hasta que no comencemos la obra”. En cualquier caso, el objetivo de la intervención es “un modelo que permita ir recuperando los vestigios de las murallas, para crear un paseo perimetral y dotar al barrio antiguo de pequeñas plazoletas y espacios para la ciudadanía”, según ha explicado la arquitecta Marta Milà.
Un nuevo espacio ciudadano
En este sentido, la alcaldesa de Valls, Dolors Farré, ha añadido que la actuación está pensada “como punto de encuentro para los vecinos”. “El objetivo no es solo recuperar la muralla medieval, sino que también que la zona se convierta en un espacio ciudadano, amable, amplio y abierto”, ha celebrado Farré, quien confía en que la renovación de este patrimonio se convierta en “un nuevo punto para hacer vida en el centro histórico”.
El ámbito de actuación máximo es de 1.100 metros cuadrados, con una longitud de 140 metros. Con la voluntad de evitar falsos históricos, se evidenciarán cuáles son las murallas originales y qué partes se han construido a posteriori. Además, también se quiere dejar constancia de la existencia de los edificios actuales, manteniendo las formas de las ventanas y de las puertas. “No queremos que se olvide que aquí ha habido viviendas”, ha subrayado el arquitecto Marc Torrellas.
Por ello, Milán ha afirmado que con el proyecto ejecutivo lo que se ha diseñado es “un lenguaje de intervención, para que en un futuro la ciudadanía entienda las diferentes partes y fases de la muralla”. De hecho, ha asegurado que han cogido la recién recuperada muralla de Sant Antoni “como guía”. “La idea ha sido establecer unas reglas del juego, para que la continuidad de las murallas tenga un criterio común, a pesar de su diversidad”.
Así pues, el proyecto en la muralla de Sant Francesc es la segunda gran actuación que afronta la ciudad en el proceso de recuperación de las antiguas murallas medievales de Valls. La primera fue la realizada en 2023 en la muralla de Sant Antoni con una inversión de 482.000 euros.