Jornada excepcional hoy en Montserrat con la ciudad de Valls y sus tradiciones populares como protagonistas de la conmemoración del Milenario de la Fundación de la Abadía. Más de 500 vallisoletanos y vallenatos se han desplazado hoy hasta Montserrat en una jornada que ha contado con la participación del Águila, los Gigantes y los Enanos de la Ciudad llevados por la Unió Anelles de la Flama, así como los castellers y castelleres de la Colla Joves Xiquets de Valls y la Colla Vella dels Xiquets de Valls.
La jornada ha comenzado con la ida a oficio del séquito de elementos vallisoletanos, con la Corporación y la Bandera de la Ciudad de Valls llevada para la ocasión por Jordi Targa, Vallenc del Año 2018. La tradicional misa conventual de los domingos, con la salve y el virolai en honor a la Moreneta a cargo de la Escolanía de Montserrat ha sido concelebrada por don Antonio Rodríguez de la parroquia de Sant Joan en Valls.
La alcaldesa de Valls, Dolors Farré, ha destacado en su intervención al inicio del acto el carácter excepcional de la jornada que «estrecha más el vínculo entre Valls y Montserrat, expresado en la lámpida votiva que en 1947 la ciudad ofreció solemnemente».
Durante el oficio, la ciudad de Valls ha ofrecido a la Moreneta un cesto de calçots entregado por Isidre Coll y Joan Linares, vicepresidente de la IGP Calçot de Valls y gerente de la Cooperativa de Valls; una faja y alpargatas entregadas por el Vallenc del Año Rafel Castell en representación de la Cofradía de Montserrat de Valls; y una figura del Campanario de la capital del Alt Camp, entregada por Montserrat Roig, también en representación de la cofradía.
La tradicional misa conventual de los domingos en Montserrat, con la salve y el virolai en honor a la Moreneta a cargo de la Escolanía ha dado paso a uno de los momentos más emotivos, con las dos cuadrillas de los Valls despejando sus pilares y el Águila bailando en el interior de la Abadía. Ha sido un momento del todo histórico y excepcional que ha reunido en un lugar tan emblemático como es el interior del templo de Montserrat en los castellers del Km0 y el Águila, elemento principal del séquito ceremonial vallisoletano que casi nunca ha salido fuera de Valls porque su carácter está regido por un protocolo muy estricto que limita sus bailes al Corpus, el San Juan y la festividad de la Candela.
Con posterioridad a la misa, la celebración se ha trasladado a la explanada exterior de la Abadía, donde peregrinos y visitantes han podido seguir el baile tradicional de los Gigantes y los Enanos de la Ciudad, así como nuevos pilares a cargo de los Xiquets de Valls y también el baile del Águila.
Valls ha participado así en las celebraciones del Mil·lenari de Montserrat que se abrió el pasado mes de septiembre y que conmemora los mil años que hace que el abad Oliva consagró el cenobio. La historia nos dice que ya hacia el año 880 en las míticas montañas de Montserrat había una pequeña ermita dedicada a la Virgen. No fue hasta unas décadas más tarde, en 1025, cuando un grupo de monjes de Ripoll enviados por el abad Oliva, construyeron el monasterio benedictino junto a la ermita. Para celebrar esta efeméride, se han organizado un gran número de actividades de carácter religioso, cultural y social en una celebración que concluirá el 8 de diciembre.