Los trabajadores del centro de Mas d’Enric del Catllar mantienen el corte en los accesos y no marcharán hasta que la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, y la cúpula del servicio penitenciario no dimitan. Así, continúan la lucha y el “polvo” para denunciar la muerte de una cocinera en manos de un recluso y la falta de personal. Reclaman que se les reconozca como agentes de la autoridad y aseguran que las políticas de “buenismo” les ha hecho perder autoridad ante los presos. Los 22 funcionarios han declinado hacer el relevo con sus compañeros y solo ha entrado un equipo de intervención. Este viernes, los familiares de la víctima se han acercado hasta la cárcel para recoger sus pertenencias. Han recibido el cariño y apoyo de los concentrados.
Los empleados de prisiones han mantenido una reunión con el director del centro, Francisco Romero, que les ha pedido que facilitasen el relevo de los turnos. También, les ha explicado que la situación en el interior está “controlada”. Con todo, los trabajadores se han quejado de las deficiencias y la falta de personal. De hecho, han afirmado que Mas d’Enric es el “peor centro” de Cataluña.