La falta de acuerdo sobre el proyecto del Hard Rock forzó elecciones anticipadas. Los Comunes no quisieron sumarse al pacto entre Esquerra y el PSC, que habían acordado continuar los trámites del macroproyecto turístico. Tanto los de Jéssica Albiach como la CUP hicieron bandera durante la campaña y los resultados parecen ir en la línea contraria a sus intereses.
A escala de país, el 12M ha catapultado principalmente al PSC, que consiguió una contundente victoria; a Junts, quien vuelve a liderar el espectro independentista, y al Partido Popular, que encabeza ahora la derecha españolista. Los tres son los principales valedores del Hard Rock, un grupo donde también podríamos añadir a VOX.
Los socialistas y los populares nunca se han movido de su posición. En cambio, Junts se desmarcó ligeramente en una entrevista donde Puigdemont aseguraba que no querían una “Cataluña Hard Rock”. Tanto Josep Rull en los debates como los representantes juntaires en el territorio se apresuraron a ‘matizar’ a su candidato y ha devuelto el partido al grupo pro Hard Rock.
Los partidarios del Hard Rock se disparan
Si nos trasladamos a la demarcación de Tarragona, la tendencia es aún más clara. El PSC ganó por primera vez en la provincia con dos diputados más, seguido de Junts que sumó uno más y con un PP que volvía a tener representación con dos escaños. Además, VOX mantuvo las dos sillas que ya tenía.
En Tarragona capital los tres primeros partidos han sido PSC (28,02%), PP (17,75%) y Junts (15,69%). Incluso VOX se queda a poco menos de un punto de sorpassar a Esquerra, que quedó primera en la provincia hace tres años. En Salou, los cuatro encabezan la clasificación y son los únicos que pasan del 10%. Sumados serían el 78% de los votos en la capital de la Costa Dorada. Finalmente, en Vila-seca, el otro municipio afectado, pasa lo mismo que en Salou. En ese caso, llegan al 77% de los sufragios.
Con todo, hay que reconocer que la mayoría votantes de PSC o de Junts probablemente no han elegido estas opciones de acuerdo con su posición sobre el Hard Rock. El macroproyecto no parece ser uno de los alicientes principales que moviliza a su electorado. De hecho, los únicos que han querido plantear estas elecciones como una especie de decisión sobre el Hard Rock son sus detractores.
ERC, Comunes y CUP, borrados
Los Comunes y la CUP sí han puesto el Hard Rock como una cuestión crucial sobre su modelo económico por el Camp de Tarragona, centrando buena parte de su discurso. Yolanda Díaz, Jéssica Albiach, Laia Estrada y el resto de líderes se han encargado de subrayarlo en campaña e incluso los lagareros llevaban de número 2 una de las caras visibles de la plataforma ‘Aturem Hard Rock’.
Los resultados, sin embargo, apuntan a que el Camp de Tarragona no ha comprado sus tesis. Cupaires y comunes han perdido su diputado en la provincia y han tenido unos resultados testimoniales en Tarragona, Vila-seca y Salou.
El otro actor es Esquerra Republicana. El partido que lideraba el Gobierno pactó mantener el Hard Rock con los socialistas, pero algunos líderes nacionales y sobre todo territoriales han remarcado siempre que no es su proyecto. Más allá de la desfachatez en el ámbito catalán, en la demarcación han caído de la primera a la tercera plaza y han perdido dos diputados. Además, en la veguería y en las ciudades son quienes más bajan. Evidentemente, sería agobiante enlazar las caídas de los tres partidos únicamente con el Hard Rock. Pero no deja de ser sustancial que, unas elecciones tan marcadas por el proyecto, hayan dado la espalda de una manera tan clara a sus detractores.
