El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, ha asegurado que quiere debatir con la Universidad Rovira i Virgili (URV) por si es necesario replantear el proyecto del Banco de España. El edificio, cerrado desde hace una década, debía convertirse en un centro relacionado con el conocimiento y divulgación científica bautizado como Rambla Science, pero la pérdida de los fondos Feder y no haber recibido fondos Next Generation la pasada legislatura han parado la iniciativa. En una entrevista a la ACN, Viñuales ha reconocido que el ayuntamiento no tiene “capacidad financiera” para ejecutar el Rambla Science solo y que es necesario un “replanteamiento sin omitir el concepto”. Además, la reconversión de Ca l’Ardiaca en un paradero se ha encallado por la ausencia de presupuestos en el Estado.
El edificio del Banco de España está cerrado desde finales de 2003. Desde entonces se han planteado diferentes alternativas sin que ninguna haya fructificado. La última es el Rambla Science, un espacio de divulgación científica bajo el paraguas conceptual de la extranet. Según los estudios técnicos realizados por el Ayuntamiento en la última legislatura las obras tendrían un coste de unos 7,4 millones de euros. Inicialmente el consistorio recibió unos fondos Feder para rehacer el equipamiento, pero al querer replantear el proyecto y convertirlo en el Rambla Science, ese dinero no se pudo utilizar. Entre 2022 y 2023 el consistorio optó a conseguir 3,2 millones de los fondos Next Generation, pero desde la Unión Europea no se apostó por la propuesta tarraconense. Desde entonces la iniciativa está encallada.
“Por desgracia no tenemos la capacidad financiera suficiente para hacerlo”, ha lamentado Viñuales. Por ello, cree que hay que hablar con la universidad por si hay que replantear el proyecto, pero “sin omitir el concepto de Rambla Science”. Preguntado sobre si está en pausa, Viñuales ha sido claro: “en esta vida hay que priorizar; y Tabacalera y Savinosa también son dos demandas históricas de esta ciudad”.
Ca l’Ardiaca
Otro edificio que lleva años cerrado es Ca l’Ardiaca, justo delante de la fachada de la catedral. En este caso, además, con problemas estructurales graves que han obligado al Ayuntamiento de Tarragona a actuar subsidiariamente para evitar una situación de peligro para la ciudadanía con una inversión de unos 500.000 euros. “El actual propietario ahora dice que se hará cargo de las actuaciones de emergencia”, ha avanzado Viñuales. El inmueble está catalogado y en proceso de ser declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) por parte de la Generalitat.
La solución por la que apuesta el equipo de gobierno municipal es convertirlo en un parador nacional. “Queremos ayudar en la solución. Vamos a hablar con la propiedad, con la directora de Paradores y con el ministro de Turismo. Para nosotros sería un lugar maravilloso para hacer un ‘Hotel Boutique’ de entre 40 y 50 habitaciones”, ha detallado. Y ha reivindicado: “somos casi la única ciudad Patrimonio de la Humanidad del Estado que no tiene ni paradero, ni proyecto”.
Sobre las posibilidades de que el proyecto salga adelante, el edil es optimista en cuanto a la “predisposición” de las partes, especialmente del Estado. Pero a la vez ha aparecido un nuevo tropiezo: “todo esto va en base a los presupuestos, y no tenemos presupuestos del Estado” para este 2024. Así pues, aunque se trabaja para avanzar en la definición de la solución, el dinero no llegaría, como mínimo, hasta 2025.
Tranvía
Otra cuestión que ha ocupado la agenda política de los últimos meses es la construcción del tren-tranvía del Camp de Tarragona. La primera fase, que debe unir Cambrils, Salou y Vila-seca, se encuentra ligeramente encallada por la negativa de Salou a que haya catenaria aérea en la trama urbana. Hace unos días, los alcaldes de Reus y Tarragona pusieron encima de la mesa que si el tramo de la costa no puede hacerse rápidamente, que se impulse la fase 2 que prevé la unión entre las dos principales ciudades del Camp de Tarragona.
El posicionamiento no cayó bien en las ciudades costeras y Viñuales lo concreta: “Nos gustaría que la fase 1 se hiciera. Cambrils, Salou y Vila-seca se lo merecen. Pero hay 500 MEUR de fondos europeos que se pueden perder y tenemos que empezar con procedimientos judiciales, se perderá todo”. Por todo ello, ha sostenido: “Si la fase 1 no se puede hacer por temas de plazos, lo que decimos es que podamos avanzar de manera paralela con la fase 2, que no niega la fase 1. Lo que no podemos es perder esta oportunidad como territorio”.
Respecto al tramo que afectará al núcleo urbano de Tarragona, Viñuales se ha mostrado satisfecho del acuerdo con la Generalitat por el recorrido. “En zonas densamente pobladas pedimos que no hubiera catenaria aérea. Lo que es iluso es pensar que será todo soterrado, porque se encarecería cuatro o cinco veces más”, ha remarcado. Así, en el núcleo de Tarragona el trazado prevé catenaria aérea en avenidas grandes como en la N-340, mientras que en el interior de los barrios de Ponent o en algunas calles céntricas no habría.