La introducción de las nuevas herramientas de inteligencia artificial (IA) en la docencia y la formación interdisciplinaria de los estudiantes para que aprendan a resolver problemas reales y complejos son dos de los mayores retos actuales del ámbito educativo. Por ello el Instituto de Ciencias de la Educación de la UPF (ICE) ha impulsado dos redes estratégicas en las que profesorado y personal técnico colaboran para crear los recursos que permitirán implementar en las aulas y sistematizar tanto el uso de la IA como la docencia interdisciplinaria.
Toni Pérez Portabella, director del ICE, explicó durante la Jornada de Innovación Docente 2024 de la UPF que este curso 2023-24 se han puesto en marcha estas redes para plantearse y proponer conjuntamente soluciones a los retos e integrarlas en las prácticas y políticas docentes de la Universidad.
La Jornada de Innovación Docente, que tuvo lugar el 2 de julio en el campus Cataluña, tiene por objetivo compartir conocimientos y enriquecer la docencia en la Universidad y en el resto de etapas educativas. Por ello el profesorado de la UPF y de los centros educativos mostraron los 32 proyectos de innovación docente que han llevado a cabo el último curso, relacionados con la simulación y los entornos de aprendizaje, el desarrollo profesional, los recursos digitales, las estrategias de evaluación y la competencia multilingüe, entre otros.
De ellos, 25 eran el resultado de las convocatorias de innovación docente que hace el ICE y siete eran proyectos que han recibido las Ayudas Puente del ICE y el Consejo Social de la UPF y participan conjuntamente docentes universitarios y de otras etapas educativas.

La inteligencia artificial en el día a día
“De la misma manera que ahora nos parece impensable trabajar y hacer docencia sin Internet, la inteligencia artificial se acabará incorporando en el día a día”, explicaba Roser Cuesta, profesora del Departamento de Enfermería y miembro de la red de innovaciones metodológicas, en la Jornada de Innovación Docente.
Partiendo de esta base que la red coordinada por Daniel Schorn y Jokin Ezenarro, profesores del Departamento de Química Analítica y Química Orgánica, ofrecerá al personal docente varias guías y recursos que les guiarán en la implementación las herramientas de IA el próximo curso. Este es el caso de una guía de prompting (la manera de interactuar y dar instrucciones a las herramientas de IA), que explicó Jaume Capdevila, técnico del Departamento de Química Analítica y Química Orgánica, en la jornada.
Son fruto del trabajo de los diferentes equipos en los que se ha organizado la red y que se plantean las implicaciones éticas de las nuevas metodologías, qué herramientas se pueden utilizar y cómo hay que hacerlo, entre otras cuestiones.
Se dará respuesta así a lo que ya se ha detectado en una encuesta inicial al profesorado: “Los riesgos que percibe mayoritariamente es la falta de preparación y las dudas éticas“, explicó Luis Marqués, profesor del Departamento de Pedagogía y miembro de la red, durante la presentación. Por el contrario, los docentes ven en el uso de la IA dos beneficios claros: la mejora de la eficiencia de las tareas docentes y la creación de contenido educativo.
Profesionales formados en el abordaje interdisciplinario de los retos sociales
M. Dolores Jiménez, directora del Departamento de Filologías Románicas, coordina junto con Judith Balanyà, profesora del Departamento de Pedagogía y técnica del Servicio de Recursos Educativos, la red de interdisciplinariedad en el ámbito de la docencia. Explica que el desafío es “convencer a los futuros profesionales, que son los estudiantes de ahora, de la necesidad de afrontar los grandes retos de la sociedad desde puntos de vista diferentes”. De ahí la importancia de formarlos en la integración de diferentes disciplinas a la hora de desarrollar soluciones.
Para ello están desarrollando una guía didáctica para el profesorado y el próximo curso se hará una prueba piloto con varios profesores y estudiantes, que elaborarán Trabajos de Fin de Grado interdisciplinarios. Así, por ejemplo, dos o más estudiantes de grados diferentes deberán trabajar conjuntamente en un TFG que responderá a un reto social real, aportando los conocimientos de cada disciplinar para un resultado integrado. La experiencia del próximo curso se evaluará y se transformará en una guía metodológica.
Judith Balanyà explica que esta forma de enseñar y aprender “hace que la experiencia sea más significativa para los estudiantes y, además, refleja la realidad laboral, en la que los equipos de trabajo los integran personas de perfiles profesionales diferentes”.
Además de la prueba piloto, esta red pondrá a disposición de profesorado y estudiantes un catálogo de temas para TFG y está recogiendo información para elaborar un mapa de la interdisciplinariedad y detectar las áreas que ya están trabajando como también aquellas que no lo hacen a través de la encuesta para profesorado que impulsa acciones que fomentan la conexión entre disciplinas o áreas de conocimiento.
También está abierta la encuesta para detectar las iniciativas que integran la inteligencia artificial como herramienta de apoyo al aprendizaje.