El grupo municipal de ERC en Tarragona pone sobre la mesa la necesidad de abrir el acceso y dar un uso estable al Fortí de Sant Jordi como espacio emblemático de la ciudad para celebrar actos y actividades. A raíz de la gran acogida de la representación ‘ Anoxia, Naumàquia Coral‘ a cargo de Mèdol, Centro de Artes Contemporáneas, según ha manifestado la portavoz del grupo político, Maria Roig, queda demostrado que es un espacio ideal para celebrar actos y que puede acoger a más de un centenar de personas.. De esta manera, ha subrayado que mantener el Fortín cerrado, es “una falta de voluntad política” por parte del gobierno socialista.
El fin de semana pasado el Fortí de Sant Jordi abrió sus puertas por primera vez desde la finalización de las obras de adecuación del terreno. Estas actuaciones tuvieron un coste de 250.000 euros y se concluyeron hace un año y medio. Roig, destaca que la representación celebrada el sábado, estaba programada desde hace muchos meses y asegura que el Fortín se arregló mal para acoger la actividad, con una veintena de bolsas de basura en el recinto que demostraban que se acababa de limpiar.
Desde ERC aseguran que “las excusas” que se han dado por no utilizar el espacio, como la limitación de aforo a 25 personas, son inconsistentes, teniendo en cuenta que la actuación del fin de semana pasado demostró que se puede acoger a un público mucho más numeroso sin problemas. Además, apuntan que informes municipales también apoyan esta posibilidad. “Pedimos al alcalde Viñuales directamente que lo abra por más ocasiones, lo que queremos es que el Fortín de Sant Jordi pueda acoger presentaciones de libros, espectáculos como el del sábado y otras actividades que vemos que sí se pueden llevar a cabo.“Ha manifestado la portavoz de ERC.
Roig subraya que el Fortí de Sant Jordi, ubicado en la Punta del Miracle y protegido como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), es un escenario idóneo para dinamizar la oferta cultural de la ciudad. ERC pide que la apertura reciente no sea un hecho puntual, sino el comienzo de un uso habitual del Fortín dentro de la programación cultural tarraconense.