La presidenta de la Diputación de Tarragona, Noemí Llauradó y los coalcaldes de Altafulla, Jordi Molinera y Alba Muntadas, han inaugurado esta mañana la finalización de las obras de remodelación de las calles de Dalt y del Hostal del municipio. El proyecto ha contado con el apoyo de la Diputación de Tarragona a través del Plan de Acción Municipal (PAM). El acto ha comenzado a las 10:30, con la llegada de la presidenta al Ayuntamiento de Altafulla, donde ha firmado el libro de honor.
A continuación, los miembros del consistorio han acompañado a Llauradó a visitar las obras iniciadas hace cerca de un año y finalizadas recientemente. La obra ha tenido un coste de 800.000 €, de los que casi 372.000 € han sido subvencionados por la Diputación de Tarragona y el resto por el consistorio municipal. Las actuaciones no se han simplificado a la remodelación del pavimento, sino que con estos fondos se han renovado todos los servicios. Desde el consistorio han explicado que se trata de una calle clave, ya que pasa la tubería principal de agua de la villa. El ayuntamiento lo describe como “una inversión importante pero necesaria“.
Noemí Llauradó, presidenta de la Diputación de Tarragona, ha descrito estas actuaciones como “una inversión importante por el tema de la pacificación de este espacio, pero pensando también, en una sostenibilidad ambiental“. La presidenta, ha explicado que desde la institución se está trabajando en que todos los municipios del territorio se acerquen a esta iniciativa.
En referencia a la duración del proyecto, Alba Muntadas, ha explicado que han sido varios los factores que han generado retraso en las obras de la calle: “La sustitución de las tuberías estaba prevista en una sola actuación, pero después in situ se vio que era más complicado y que se tenía que sectorizar“. Además, ha hecho mención del selección de la piedra y aquellos servicios que no estaban exactamente ubicados donde decían los planos, como factores que han impulsado este alargamiento. Muntadas ha agradecido la paciencia de los vecinos.
La calle quedará abierta oficialmente abierta a la circulación mañana 12 de marzo, tras firmar el acta de ocupación. Sólo tendrán acceso a la calzada los vecinos, proveedores de los diferentes comercios y servicios que necesiten las personas de las viviendas. Para el control de acceso de los vehículos autorizados a entrar la zona, se instaurará una cámara con lector de matrículas. Tal y como afirma Muntadas, “la voluntad de la calle recientemente renovada, es pacificar el espacio y dar protagonismo a los peatones y al transporte sostenible“.
Con esta actuación, se pretende continuar desplegando los arrabales de la villa de Altafulla. La alcaldesa ha subrayado que su estética renovada invita a los peatones a “entrar y pasear por ellos“.
