jueves, 24 de abril de 2025
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Vecinos de Terrassa reclaman reducir el volumen de vehículos en el centro

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El tráfico en el centro de Terrassa vivió un cambio en 2007, cuando el Ayuntamiento decidió cortar el paso de vehículos por la Rambla y dejar circular sólo el transporte público, bicicletas y autorizados. Esto provocó, sin embargo, que el volumen de coches que debe pasar por cruzar el centro se desplazara a las calles Arquímedes y Galileo, provocandotráimer a vecinos por el ruido, la alta velocidad de coches que circulan y el volumen de gases emitidos. Ante esta situación, el Ayuntamiento evalúa cómo resolver la movilidad en el centro y en el conjunto de la ciudad, con una propuesta sobre la mesa que ha encendido los ánimos y que pasa por la ciudad. reabrir la Rambla a todo el mundo por las mañanas, lo que ha derivado en una protesta prevista para este mismo viernes..

El tráfico en la Rambla se controla con cámaras que leen las matrículas, y que multan a todo aquel que no tiene permiso para circular a cualquier hora del día. Todos los vehículos que pasaban antes de 2007 ahora se les deriva por las calles Arquimedes, que sube, y Galileo, que baja, un sentido de circulación arraigado en el imaginario de la ciudad y que incluso generó la creación de una camiseta.

Calculamos que pasan unos 20.000 vehículos diarios“, explica Enric Domènech, portavoz de la plataforma Salvem Galileu-Arquímedes, que destaca el alto volumen de coches que circulan en hora punta. El colectivo ha planteado desde hace tres años la necesidad de generar cambios en un entorno que ha convertido dos calles secundarias en una zona de paso permanente, con semáforos, pasos de peatones y molestias: “Hay mucha contaminación acústica y ambiental”.

El Ayuntamiento ha estado encima, y desde el mandato pasado se han reunido en varias ocasiones con los vecinos y comerciantes. Como solución, se plantearon dos opciones que pretendían buscar medidas correctoras del tráfico para disuadir el paso de vehículos.

“La Diputación de Barcelona hizo un estudio para implantar cámaras de control, pero no se acabó materializando por aspectos jurídicos”, explica el teniente de alcalde del área de Territorio y Sostenibilidad, Xavier Cardona. Esto daba paso a un segundo escenario, que suponía cortar el paso de vehículos en determinadas calles, obligando a los conductores a hacer cambios que a la larga servirían para disuadirlos.

Los vecinos aseguran que el Ayuntamiento también ha dado un golpe de puerta a este planteamiento, aunque las razones que da el consistorio son sobre todo de carácter técnico. “Hay dificultades con los giros, por ejemplo en Arquímedes con Vuelta, donde se invadiría un carril., y a la vez supondría derivar el tráfico a la calle de la Rasa y por Pare Llaurador, serían puntos que se tensionarían”, detalla Cardona.

La Rambla: reapertura matinal?

El Ayuntamiento ha continuado reuniéndose con entidades de toda la ciudad, y en un reciente encuentro con comerciantes se puso sobre la mesa una propuesta, que el consistorio remarca que no es en ningún caso un proyecto en firme. Implicaría reabrir el tráfico en la Rambla de 7.00 h a 9.00 h, dos horas que coinciden con la punta de movilidad en la ciudad por la entrada a las escuelas y al trabajo.

“Es una medida que no está bien vista, pero es una más”, apunta Cardona, que asegura que eso implicaría trabajar con los horarios de paso del bus y con la aplicación de señalización dinámica. “Está fuera de los horarios comerciales”, añade.

Los vecinos, de entrada, no lo ven bien: “Por la Rambla pasan hasta 13 líneas de bus, nos encontraríamos con coches atrapados entre autobuses, y el colapso en Arquímedes y Galileo se mantendría”, dice Domènech.

Quien tampoco lo ve con buenos ojos es la entidad Bici Ribagorçana Club (BiTer), que este viernes por la tarde ha organizado una pedalada de protesta conjuntamente con la asociación En Bici Sin Edad y la plataforma Salvem Galileu-Arquimedes. “Haría un efecto llamada y acabarían pasando el doble de coches que ahora pasan por Arquímedes y Galileo”, denuncia Ariadna Garriga, portavoz de BiTer.

Garriga considera que la ciudad “no ha sabido crecer”, dado que ha incrementado su población y con ella la movilidad, sin que hoy por hoy se haya encontrado una solución para que los vehículos no tengan que pasar por el medio de los barrios. “Cada vez hay más gente que duerme en la ciudad y se desplaza las mañanas a trabajar”, apunta.

El consistorio, sin embargo, defiende que ahora mismo están trabajando en un Plan de Movilidad, donde la empresa encargada del proyecto ha recibido indicaciones concretas para prestar especial atención en determinados puntos de la ciudad donde hay casuísticas especiales. “Se recogerán las propuestas que convenzan el territorio”, garantiza Cardona.

Mientras esto no ocurre, este mismo viernes entrará en funcionamiento el enlace de la B-40 que abrirá Terrassa en el Baix Llobregat, un hito histórico que obligará a analizar los nuevos flujos de movilidad y que podría derivar hacia el norte de la ciudad aparte del tráfico que actualmente cruza el centro para ir a buscar la C-58 y la AP-7.

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