Medio centenar de vecinos han cortado este jueves la carretera B-510 de acceso al municipio de Dosrius (Vallès). Lo hacen para mostrar su rechazo al proyecto de la fábrica de asfalto previsto en la cantera del Rocán, donde actualmente se realiza únicamente actividad extractiva. Esther Balmaña, portavoz de los vecinos, alerta de que la planta tendría “afectaciones medioambientales y de salud muy importantes”, ya que la fábrica estaría muy cerca de las viviendas del núcleo de Can Masuet.
Los vecinos, además, alegan que la actividad acabaría afectando también a los acuíferos de la riera de Argentona. En este sentido, confían en que la ACA acabe derogando el proyecto. La empresa promotora tiene hasta el 24 de abril para pedir la licencia ambiental que le permitiría sacar adelante el proyecto.
En esta fecha hará un año que la Comisión Territorial de Urbanismo de la Generalitat dio el visto bueno al anteproyecto presentado por la compañía en el año 2021. Durante este tiempo, varios organismos de la Generalitat han redactado informes favorables a la actividad, pero quien aún no se ha posicionado es la Agencia Catalana del Agua (ACA), la última esperanza de los vecinos para vetar el proyecto.
En paralelo, los vecinos presentaron en diciembre un recurso a Urbanismo contra el Plan de Actuación Específico (PAE) impulsado por el Ayuntamiento para determinar si la actividad es viable o no. Como Dosrius no tiene un Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) que establezca los usos permitidos fuera de la trama urbana, esta es la herramienta jurídica que puede dar o no luz verde a un proyecto como este.
La respuesta debería llegar en los próximos quince días o el recurso decaería por silencio administrativo, alertan los vecinos. Es por ello que el tono de las movilizaciones se ha incrementado, ante el agotamiento de todos los plazos que pueden decidir el futuro de la fábrica de asfalto. En las próximas semanas, la movilización podría trasladarse a Barcelona para hacer más visible el enfado de los afectados.
