La conexión ferroviaria al entorno metropolitano de Barcelona parte de una radialidad con la capital que hace que la movilidad entre las capitales del Vallès Occidental y la del Oriental requiera un tiempo a menudo inexistente.
Una de las soluciones que el territorio ha planteado de manera reiterada es la creación de dos intercambiadores en Sant Cugat del Vallès, donde confluyen la línea R8 de Cercanías (Martorell-Granollers) con las líneas de Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) que conectan Barcelona con Terrassa (S1) y Sabadell (S2). Aunque el proyecto ya tenía presupuesto en el año 2023, no se ha avanzado al respecto, lo que impide que la red de trenes no capte un gran potencial de viajeros para reducir la movilidad en transporte privado.
Las dos líneas de FGC coinciden con la de Cercanías a la altura de Sant Cugat del Vallès, un hecho que abre la posibilidad de hacer una conexión ferroviaria a través de una estación con intercambiador en cada intersección. En la línea S1, la parada del Hospital General de Cataluña se encuentra a escasos metros del cruce de las vías, pero la de Cercanías se encuentra bastante lejos, ya en el término municipal de Rubí.
Con la línea S2 hay más facilidades. La estación de Volpelleres (S2) es joven —se inauguró en el año 2010—, y ya se proyectó pensando en hacerla coincidir con el punto de cruce de la línea de Cercanías, facilitando la creación de una única estación con acceso a los dos servicios. La actual estación de Sant Cugat en el R8 se encuentra alejada del punto, un kilómetro al norte.
La entidad Fem Vallès es una de las que más insistencia ha puesto en la necesidad de interconectar la red. “Llevamos pidiéndolo hace 12 años, conseguimos en 2023 que los presupuestos generales del Estado lo recogieran, pero no ha pasado nada más”, denuncia Manel Larrosa, miembro del colectivo.
En este sentido, señala que no se ha suscrito un convenio entre el Ministerio y la Generalitat para sacar adelante la obra: “Habría que ya tuviéramos un anteproyecto para empezar a trabajar, pero no se ha hecho ni se sabe quién lo hará”, añade, considerando que sería necesario que lo asumiera FGC, dado que ya tiene las estaciones donde toca.
Larrosa destaca que es una “obra sencilla”, y que ya hay experiencias en las que Adif no ha desarrollado el proyecto de nuevas estaciones, como el caso de la de Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental), que asumió Renfe. “No hace falta un gran estudio informativo, es urgente que se haga este proyecto, porque es la inversión ferroviaria de toda Cataluña más rentable”, añade. En este sentido, asegura que los usuarios pasarían del millón actual a casi unos seis millones de viajeros.
Romper la radialidad
El territorio considera que hay que aprovechar la línea R8 de Cercanías para vertebrar el territorio sin tener que pasar por Barcelona. “Tenemos que romper el concepto de movilidad radial hacia la capital, es básico que haya el máximo de intercambiadores posibles”, reclama el presidente del Consejo Comarcal del Vallès Occidental, Xavier Garcés.
La apuesta pide conectar un trazado que va de Martorell a Granollers, desde el Baix Llobregat hasta el Vallès Oriental, pasando por el Occidental, una línea que incluso tiene una parada fantasma justo debajo de uno de los principales centros comerciales vallesanos, el Baricentro (Barberà del Vallès), y que nunca ha entrado en funcionamiento.
“Queremos que haya una clara definición del enlace con la S1 y también con la S2, para nosotros es básica esta conexión de los FGC con Cercanías, que permitiría reforzar esta movilidad con todos los polígonos industriales y de actividad económica de nuestra comarca”, añade Garcés.
También lo reclama el alcalde de Sant Cugat del Vallès, Josep Maria Vallès, que lo ve como una actuación “absolutamente necesaria” para mejorar la conectividad interna del municipio, pero también con las localidades vecinas, como Rubí o Cerdanyola. “Es indispensable sacar adelante este proyecto, sabemos que el presupuesto está aprobado, que la partida de dos millones está, un millón por cada uno de los intercambiadores, y pedimos a la Generalitat que se haga”, reivindica.
Vallès tiene programada una reunión con la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, de cara al mes de febrero, y este será uno de los temas que pondrán sobre la mesa en clave no sólo local, sino territorial: “Es una prioridad, a ver si de una vez por todas la podemos sacar adelante y hacerla efectiva de verdad”.
Actualmente, Sant Cugat tiene una población de unos 100.000 habitantes, a los que hay que sumar las 60.000 personas que diariamente viajan al municipio a trabajar o estudiar. “Muchas de ellas lo hacen en transporte privado, y la mejora de esta conectividad con los intercambiadores favorecerían indiscutiblemente la reducción del transporte privado y la mejora del transporte público“, concluye.
Pendientes del convenio
Fuentes de la conselleria de Territorio han destacado a la ACN que el proyecto para hacer realidad los dos esperados enlaces ferroviarios se encuentra pendiente de la firma del convenio correspondiente entre el Estado y la Generalitat. Es una encomienda de gestión entre las dos administraciones, que está, pues, a la espera de tener vía libre para poder tramitarse.
Concretamente, y tal y como se hizo público en el mes de octubre de 2023, sería el Ministerio de Fomento o Adif quien pagaría el importe del proyecto de conexión las líneas de Cercanías y FGC. No obstante, para determinar el alcance de las actuaciones precisas para materializar los centros de intercambio, determinar su viabilidad y las afecciones a la red ferroviaria existente Adif debe realizar un estudio previo.