Una fiesta neonazi en una masía de Santa Susanna (Vallès) tiene en alerta a los ayuntamientos de la zona y a los Mossos d “Esquadra por la posibilidad de que derive en altercados. La celebración incluye un concierto con grupos musicales de extrema derecha y los asistentes se han dejado ver este fin de semana sobre todo en la población vecina de Calella. Fuentes de los Mossos d” Esquadra han explicado a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que tienen conocimiento del evento y que tienen activados los servicios correspondientes por si hubiera algún incidente, pero que hasta ahora no han detectado ninguno ni han recibido ninguna denuncia por agresión física ni sexual ni por peleas. La fiesta del año pasado acabó con incidentes, tal y como ha recordado el alcalde de Calella, Marc Buch.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Buch ha explicado que el evento “hace tres años como mínimo que se celebra” y que como consistorio no pueden hacer “nada”. “Podemos pedir a las personas que antes de alquilarles estos espacios se lo piensen dos veces”, ha dicho. El edil ha asegurado que “ninguna persona que defienda una ideología totalitaria” es bienvenida al municipio y ha explicado que la Policía Local se está coordinando con los Mossos y está “preparada” porque el año pasado “hubo incidentes”. “Este año, por suerte y esperamos que sea así, no ha habido ningún incidente”, ha añadido.
En la misma emisora, el alcalde de Santa Susanna, Joan Campolier, ha asegurado que la fiesta está en una finca aislada y que de momento no ha generado quejas. “A las 11 de la noche de ayer se acabó la fiesta. Salen de allí y ni los vemos. Suben al autocar y los lleva hasta Calella “, ha relatado. También ha dicho que el espacio y el evento “cumplen todos los requisitos” y no pueden hacer “nada más” para impedir el encuentro.
El festival, de nombre Chaos in the Sun, se realiza en una masía privada e incluye conciertos viernes y sábado. Los grupos que participan están vinculados a la escena skin más radical de la extrema derecha internacional. Aunque el festival se realiza en Santa Susanna, muchos de los asistentes se alojan en Calella, localidad vecina, donde ya los han visto por zonas comerciales, bares y restaurantes, ya que muchos de ellos tienen una estética evidente y tatuajes con esvásticas, según ha indicado Buch. El Ayuntamiento de Calella ha activado un dispositivo especial de policía local, coordinado con los Mossos para evitar incidentes como los del año pasado, cuando hubo tensión y enfrentamientos en la zona de la riera de Capaspre.
“Una amenaza real”
Los colectivos antifascistas, como Rock Contra el Fascismo, alertan de que no es solo un festival musical sino “una amenaza real”. Al respecto, destacan que este tipo de festivales sirven para reclutar jóvenes, normalizar el discurso de odio y reforzar las redes internacionales de la extrema derecha. El año pasado ya actuaron bandas con simbología nazi y letras explícitamente racistas, LGBTI-fóbicas y supremacistas. En el cartel de este año, se puede leer el nombre de Condemned 84, una banda británica conocida por su vínculo con el movimiento de supremacía blanca y por letras que incitan directamente al odio, como “odiamos a los homosexuales”.
El año pasado, el Consejo Comarcal de El Maresme aprobó una moción contundente contra el fascismo. Impulsada por la CUP, y con el apoyo de ERC, En Comú Podem, Ara Pacte Local, Junts y el PSC, la declaración instaba a impedir ninguna cesión de espacios a colectivos que incitaran al odio y a declarar el Maresme comarca antifascista.