Este martes, en el Instituto Apel·les Mestres, el Ayuntamiento de L’Hospitalet ha presentado una nueva campaña dentro del Plan de Prevención de Drogas y Adicciones, una estrategia que tiene como objetivo concienciar a la población, especialmente a los jóvenes, sobre los riesgos asociados a diferentes sustancias.
La primera fase de la campaña se focaliza en las bebidas energéticas, productos cada vez más consumidos por los adolescentes y jóvenes, pero con graves efectos para su bienestar físico y mental.
La voz de las autoridades
La teniente de alcaldía de Ciudad de Derechos, Laura García, ha subrayado la necesidad de atablar esfuerzos como sociedad para combatir estas prácticas: “Nuestro cuerpo no necesita las dosis que aportan estas bebidas. Como colectivo, necesitamos unirnos para concienciarnos de este problema que no sólo afecta a L’Hospitalet, sino a toda la sociedad”.
Por su parte, el alcalde de L’Hospitalet, David Quirós, ha destacado la importancia de escuchar e informar a los jóvenes: “Esta campaña no se trata de prohibir, sino de informar. Vosotros, los jóvenes, os encontraréis en situaciones en las que tendréis que tomar decisiones. Nuestra tarea como sociedad es daros toda la información y los recursos necesarios para que podáis tomar las mejores decisiones. Las instituciones están con vosotros, siempre”. Finalmente, el alcalde de la ciudad ha concluido con un mensaje claro dirigido a los jóvenes: “No prohibimos, pero os informamos de los riesgos. La sociedad quiere daros los recursos necesarios para tener un apoyo y así, tomé las mejores decisiones”.
La directora del Instituto Apel·les Mestres, Begoña García, también ha mostrado su apoyo a la iniciativa: “Consideramos que el consumo de estas sustancias debe reducirse. Esta campaña, como mínimo, sensibiliza a los jóvenes para que hagan un consumo mínimo o responsable”, ha expresado.
Efectos perjudiciales de las bebidas energéticas
La campaña alerta de que las bebidas energéticas contienen altas dosis de azúcar y cafeína, componentes que pueden alterar el metabolismo y afectar al bienestar mental, especialmente entre los menores de edad. Una lata de estas bebidas puede contener tanta cafeína como tres cafés y hasta cinco veces la cantidad diaria de azúcar recomendada por la OMS.
El mensaje de la campaña es claro: estas bebidas no son refrescos ni productos adecuados para la recuperación después del deporte. Al contrario, pueden tener efectos diuréticos y aumentar el riesgo de deshidratación, lo que las convierte en un peligro para aquellas personas que las consumen de forma habitual o las mezclan con alcohol.
Actividades formativas en escuelas e institutos
La campaña continuará durante todo el mes de octubre con actividades dirigidas a diferentes escuelas e institutos de la ciudad. Los talleres no sólo informarán a los jóvenes sobre los efectos de las bebidas energéticas, sino que también se centrarán en otras formas de consumo problemático, como el tabaco, el alcohol, el cannabis y la adicción a las pantallas.
También se prevé un trabajo específico con aquellos que practican deporte, para informarles que estas bebidas no son adecuadas para la recuperación física después del esfuerzo, ya que pueden causar desequilibrios y deshidratación.