La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, pactan “desencallar” la prolongación de la L2 desde Sant Antoni hasta el Parque Logístico, un proyecto que permitiría llevar el metro a Montjuïc y mejorar la conexión con el aeropuerto de El Prat.
En un encuentro el lunes, las dos administraciones se han comprometido a actualizar el proyecto informativo y el estudio de impacto ambiental, previo a la licitación de las obras. Ni el Ejecutivo ni el consistorio han detallado cuándo comenzarán los trabajos, pero han indicado que esta etapa previa que ponen en marcha ahora tiene un plazo máximo de 24 meses. La ampliación tiene un presupuesto de 1.000 millones, el doble de lo que se había calculado en los últimos estudios, en 2009.
El proyecto se diseñó a principios del 90, en el marco de la Barcelona olímpica, pero no se llegó a ejecutar. Según ha detallado la consellera de Territorio, serán seis kilómetros de nueva línea con el mismo diseño de trazado que estaba previsto en 2006, la última vez que se revisó la prolongación por parte del Govern. La tuneladora excavará 5,4 kilómetros empezando por la estación de Parque Logístico hasta Poble-sec. Las obras de los 0,6 kilómetros que quedan de trazado, entre Poble-sec y Sant Antoni, consistirán en un túnel entre pantallas.
El alcalde de Barcelona ha afirmado que el proyecto es una “vieja reivindicación de la ciudad” para conectar mejor determinados espacios como la montaña de Montjuïc o el barrio de la Marina. Collboni ha destacado la conexión de diferentes instituciones culturales o económicas que se beneficiarían del nuevo trazado como la Fira de Barcelona, que se remodelará de cara a 2029, cuando se cumple el centésimo aniversario de la Exposición Universal y también el Museo Nacional de Arte Contemporáneo, que se ampliará al pabellón Victòria Eugènia.
“Necesitamos que la ciudadanía pueda llegar en metro a los espectáculos del Estadio Olímpico, al Palau Sant Jordi o al MNAC. También nos hace falta una mejor conexión con el barrio de la Marina y con el aeropuerto y el centro de la ciudad. Son zonas de potencial crecimiento y es necesario que proyectos que habían estado hasta ahora en un cajón se pongan en marcha de nuevo”, ha dicho Collboni.
“Recuperamos un proyecto importante para la ciudad no solo en cuanto a movilidad sino para articular nuevos espacios y centralidades“, ha destacado Paneque, que ha afirmado que el compromiso al que han llegado es “el impulso definitivo” para la prolongación del L2.
Nuevas estaciones de buses
Además, Paneque y Collboni han acordado sacar adelante un grupo de trabajo para planificar nuevas estaciones de autobuses de cara a 2028, cuando exiran las concesiones a las operadoras de trayectos interurbanos que licita la Generalitat.
De momento, las administraciones no han informado de cuántas nuevas estaciones se necesitarían, pero sí han afirmado que las actuales de Sants, estación del Norte y de Fabra y Puig “no serán suficientes” y han reiterado la necesidad “de arreglar” toda la red, según ha detallado Collboni.
El alcalde ha insistido en que “hasta ahora no se había trabajado una propuesta que permita a los viajeros que lleguen al conjunto de la ciudad un sistema conjunto de intercambios intermodales en condiciones”, lo que “genera problemas en algunos puntos por viajeros y por los vecinos”. Han puesto como ejemplo de estas fricciones las paradas de autobuses en la avenida Meridiana junto al metro de La Sagrera.
El anuncio de prolongación del L2 y del nuevo grupo de trabajo para planificar nuevas estaciones de autobuses llega pocos días después de la comisión mixta entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, en la que se anunció que el Gobierno ha adjudicado la redacción del proyecto constructivo de parte de la conexión entre la parada de la línea amarilla La Pau con La Sagrera.