.jpg)
La Fiscalía pide 44 años de prisión para un hombre acusado de asesinar a su pareja en Sant Joan Despí (Barcelona) el 27 de enero de 2020, a la que presuntamente maltrataba de manera recurrente, y que luego trató de huir con el dinero de la víctima a Punta Cana.
En un juicio que ha comenzado este viernes en la Audiencia de Barcelona con la constitución del jurado popular, la Fiscalía solicita al acusado que indemnice a la familia, asuma los gastos funerarios y responda por el perjuicio a una sociedad de la que la víctima era administradora, con un importe total de más de 600.000 euros.
Según el escrito de acusación de Fiscalía, el acusado se trasladó al domicilio de la víctima, que vivía con su hija menor, tras comenzar una relación sentimental con ella en el verano de 2019, aunque poco después de tiempo de iniciar la convivencia el procesamiento comenzó a mostrar actitudes de hostilidad y agresividad.
El ministerio público sostiene que el acusado instauró un clima de dominación e imposición, “con continuos gritos, desprecios, insultos y vejaciones, exigencias económicas y sustracciones continuadas, afán de control y voluntad de aislamiento social y familiar”, así como ataques y agresiones físicas de manera frecuente.
El acusado -relata el escrito- aprovechaba el maltrato y la dominación a la que tenía sometida a la víctima para acceder a sus dispositivos, donde llegaba a ver todas las conversaciones que su pareja mantenía con terceros, e incluso llegó a hacerse pasar por ella.
Además, según el ministerio público, el hombre se apoderó de las claves de acceso a la información bancaria de la víctima, a pesar de los continuos cambios de clave de la mujer para evitarlo, y comenzó una apropiación patrimonial, que se intensificó a partir de enero de 2020.
Discusión con la víctima
El escrito recoge que el 27 de enero de 2020 el acusado tuvo una fuerte discusión con la víctima y se apoderó de su visa oro, tras lo que abandonó el domicilio y cogió un taxi, que pagó con la tarjeta de la fallecida.
Ese mismo día regresó al domicilio, y “con la finalidad de facilitar su plan deprecatorio y además evitar las consecuencias de sus actos previos”, golpeó a la mujer repetidamente hasta que a través de una compresión en el cuello y estrangulamiento le provocó la muerte por asfixia mecánica, según el Fiscal.
El ministerio público indica que, una vez cometido el crimen, con el objetivo de evitar ser descubierto, introdujo el cadáver dentro de un receptáculo situado bajo la cama de la habitación principal de la vivienda.
El acusado -indica el escrito del fiscal- una vez cometido el crimen, se hizo con más dinero de la víctima mediante transferencias bancarias, al tener acceso a sus cuentas y a una sociedad de la que la víctima era administradora.
Además, el fiscal indica que el procesamiento se apoderó de las tarjetas y la documentación de la víctima, así como del coche, y abandonó el domicilio.
Retirada de dinero
Con sus tarjetas, llevó a cabo intentos -algunos infructuosos y otros con éxito- para retirar cantidades de dinero en efectivo, según el ministerio público.
Por su parte, la hija de la víctima, alarmada por no tener noticias de su madre, se puso en contacto con ella, aunque el acusado, que estaba en posesión del móvil de la fallecida, presuntamente se hizo pasar por la finada y le dijo que se habían tenido que ir a Valencia.
La Fiscalía detalla que el acusado, que se alojó en un hostal la noche posterior al crimen, intentó extraer más dinero de varios bancos, y se dirigió posteriormente al Aeropuerto de Barcelona para tratar de obtener sin éxito un billete de avión a Punta Cana con el fin de huir de España.
