Hoy, lunes, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha visitado la nueva sede del Servicio de Atención a los Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER), situada en la calle Tarragona, 173.
Este nuevo espacio tiene como objetivo reforzar la atención a las personas migradas a la ciudad, respondiendo al aumento de las necesidades derivadas de los procesos migratorios.
Jaume Collboni apuesta por una Barcelona inclusiva
En su discurso, Jaume Collboni ha subrayado que “Barcelona ha sido siempre una ciudad de acogida“, y ha reconocido el trabajo de los equipos que le han precedido en esta tarea. A nivel europeo, el alcalde de Barcelona ha hecho referencia al debate sobre la gestión de los movimientos migratorios, enfatizando la importancia de defender los derechos humanos en este ámbito: “Hay personas como Giorgia Meloni, que hace actos antieuropeos. Eso es una aberración para los derechos humanos”.
En contraposición, Collboni ha afirmado que Barcelona defiende un modelo de migraciones que respete los derechos de las personas: “Nosotros defendemos que se tiene que hacer lo que hacemos aquí: los movimientos migratorios, sean por causas económicas o culturales, tienen que garantizar una plenitud de derechos. Eso es lo que la Unión Europea debería representar.”
En su repaso histórico, el alcalde ha recordado cómo Barcelona ha cambiado en las últimas décadas en relación con la migración. “En 1989, la población extranjera en Barcelona era sólo el 1%. Hoy, el 30% de los barceloneses han nacido fuera de la ciudad. . Esta situación, que se reproduce en otras ciudades europeas, no es una amenaza, sino un potencial.”, ha destacado.
El SAIER hace frente a nuevos retos en un nuevo edificio
El SAIER, creado en 1989, ha acumulado décadas de experiencia ofreciendo apoyo integral a las personas recién llegadas. Inicialmente, el servicio contó con la colaboración de varias entidades como la Asociación Catalana de Solidaridad y Ayuda a los Refugiados (ACSAR), la Cruz Roja, el Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE) y el Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona (ICAB).
Estas organizaciones ayudaron a sentar las bases para un modelo de atención que continúa evolucionando y adaptándose a las necesidades cambiantes. Por este motivo, desde la organización pretenden ser más ágiles para poder prestar un buen servicio a todos. “El proyecto del nuevo edificio del SAIER representa un paso adelante en la mejora de la atención y los recursos disponibles para las personas que buscan asilo, apoyo legal, o bien asesoramiento en aspectos como la regularización administrativa, el acceso a la vivienda o a servicios sociales básicos. Queremos ayudar a todos”, ha indicado el director de servicios de inmigración, Xavier Cubells.
Un fuerte incremento de la demanda y una diversidad de perfiles atendidos
Los datos recogidos en este último año por el SAIER muestran un aumento significativo de las necesidades de atención social entre la población migrante. Aproximadamente un 59% de las personas que se dirigen al SAIER necesitan ayuda en cuestiones básicas y vitales como la alimentación, apoyo en el padrón municipal, el acceso a la sanidad, o la matrícula de sus hijos en las escuelas. Sin embargo, hay un gran volumen de casos que requieren asesoramiento jurídico, especialmente en temas de regularización de su situación administrativa.
Los perfiles de las personas atendidas son variados, pero hay un incremento notable en la llegada de migrantes de África, con un aumento reciente de flujos provenientes de Marruecos. También destaca la llegada de personas desde Colombia, Perú y otros países de América Latina, como El Salvador, Cuba y, en grado menor, Nigeria y Gambia. Por otro lado, en los últimos meses, se ha observado una tendencia creciente a la masculinización de los flujos migratorios, en contraste con la llegada inicialmente más familiarizada y femenina. “Antes, los recién llegados eran mujeres o madres con sus hijos. Ahora eso está cambiando”, comunica Cubells.
Los retos del sistema de atención y la situación irregular
Uno de los problemas más urgentes que afronta el SAIER es la dificultad para cuantificar con precisión el número de personas en situación irregular que no pueden acceder a una atención adecuada. Este hecho se complica por la falta de datos directos sobre cuántos migrantes no logran concertar citas para servicios de atención, una información que depende del Ministerio del Interior. No obstante, se prevé que para finales de año se pueda obtener una visión más clara gracias a la mejora en la recopilación de datos.
En 2023, el 72% de las personas atendidas hicieron una petición de refugio, una cifra que ha bajado al 47% este 2024. Esta variación refleja la evolución del contexto geopolítico y las rutas migratorias hacia España. El SAIER se ha adaptado a este nuevo escenario mediante una mayor coordinación entre servicios y una respuesta más polivalente a las situaciones de urgencia social, alojamiento, alimentación y asistencia jurídica.