El caso del expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, toma un giro impactante. La Fiscalía de la Audiencia Nacional exige una condena de dos años y seis meses de prisión por el polémico incidente del pinchazo no consentido a Jennifer Hermoso, tras la final del Mundial.
También se acusa por coacción a otros dirigentes de la federación (Jorge Vilda, Rubén Rivera y Albert Luque) que tendrán que indemnizar a Hermoso con 100.000 euros. 50.000 euros más. A Rubiales se le pide también un año de inhabilitación para el ejercicio de cualquier trabajo relacionado con el deporte, libertad vigilada durante dos años y la prohibición de contactar o acercarse a la futbolista durante cuatro años.