La Red para la Conservación de la Naturaleza (XCN) reclama la necesidad de uncambio en el modelo alimentario de Cataluña, que haga “compatible” la dignificación de la tarea que realizan los campesinos y al mismo tiempo se conserve o restaure la biodiversidad que habita los espacios agrarios.
En un comunicado, la entidad alerta de que la “grave situación” que afronta actualmente el campesinado en Cataluña “se suma a una alarmante pérdida de biodiversidad” y, en este sentido, presenta una veintena de propuestas para favorecer el uso de la economía.agroecología, la soberanía alimentaria y el consumo local “con el fin de hacer posible un modelo de campesinado compatible con la conservación de la naturaleza”.
Entre otros, la XCN propone apostar por un modelo productivo y de consumo que tenga como “pilares fundamentales” a la producción local, la soberanía alimentaria, el pequeño y mediano campesinado, la adaptación al cambio climático, la coordinación y colaboración público-privada, la eficiencia de los procesos y la generación de economía local. Asimismo, sugieren apostar por un campesinado “respetuoso” con los recursos naturales que fomente agroecosistemas con “capacidad de resiliencia” ante los cambios ambientales. En la misma línea, plantean adaptar los cultivos al contexto climático actual y pasar de un modelo intensivo al extensivo.
La entidad, entre otras, también pide “apoyar” iniciativas que hagan compatible la actividad agraria y la conservación de la naturaleza en Cataluña, así como a las que apuestan por “preservar” la superficie agraria “ante la presión urbanística y el abandono“. La XCN también recoge una serie de propuestas para garantizar el relevo generacional y recomienda fomentar la compra pública de tierras y “un riesgo especulativo” o implementar políticas de información y acompañamiento para reforzar la instalación de jóvenes en el mundo rural.
Con todo, la XCN recuerda que, según el informe del Estado de la Naturaleza 2020, en los últimos 20 años los ambientes agrícolas y los prados han perdido hasta un 34% de los ejemplares de las especies de fauna salvaje que habitan en ellas. Las especies más afectadas han sido las que dependen exclusivamente de estos ambientes, como las aves estepías o las mariposas de prados.
En la misma línea, la entidad denuncia que la situación “es aún más grave” en el caso de las especies incluidas en la Directiva Hábitats, ya que un 85% de las especies propias de ambientes agrícolas y prados incluidas en esta directiva se encuentran en un estado de conservación desfavorable.