Puerto Tarragona cuenta desde el año 2002 con varios equipos de control atmosférico con el objetivo de velar por la calidad del aire dentro del recinto portuario y en los entornos urbanos más próximos. Actualmente, dispone de tres equipos de control de contaminantes mayoritarios, siete equipos para el control de partículas y tres equipos de control de compuestos volátiles orgánicos. Estos equipos miden en continuo la presencia de contaminantes atmosféricos y datos de carácter meteorológico.
Los datos obtenidos por estos equipamientos son monitoreados por la Autoridad Portuaria de Tarragona y también por CROMA – Grupo de investigación de cromatografía y aplicaciones ambientales de la Universidad Rovira i Virgili. Desde 2010, los investigadores de la URV hacen un seguimiento de los datos y elaboran un informe anual que permite visualizar la evolución de la calidad atmosférica del Puerto de Tarragona.
Los resultados de 2024 evidencian, un año más, que la presencia de contaminantes atmosféricos se sitúa por debajo de los límites establecidos por la legislación vigente. La monitorización tanto de contaminantes mayoritarios como de contaminantes minoritarios y de compuestos orgánicos volátiles (COV) muestra que ni las medias mensuales ni anuales ni los picos horarios han superado nunca los topes establecidos por normas actuales.
Asimismo, y con el objetivo de avanzar hacia un puerto desfosilizado y neutro de emisiones, la Autoridad Portuaria de Tarragona está trabajando para electrificar sus muelles. El proyecto contempla, en primer lugar, la electrificación del muelle de Baleares -que acoge la operativa de cruceros y posteriormente los muelles de Cantabria y Andalucía. Esta apuesta, que supondrá una inversión de más de 33 millones de euros entre 2026 y 2028, permitirá aumentar la calidad del aire en el recinto portuario, ya que los barcos que atracarán en estos muelles se enchufarán a la red eléctrica y podrán parar motores durante su estancia en puerto.
Una red de control extensa y diversificada
La red de control atmosférico de Port Tarragona dispone de estaciones, con funciones diversas, repartidas por todo el recinto portuario. Varias se encuentran próximas al entorno urbano, con el objetivo de controlar como la presencia de contaminantes derivados de la actividad portuaria impacto en la población más próxima.
Estos valores son controlados en vivo por el personal de la Autoridad Portuaria de Tarragona quien, en caso de detectar cualquier anomalía, toma las acciones necesarias para identificar causas y evitar nuevas anomalías.
Colaboración con la URV
Más allá de la monitorización continua interna y con el objetivo de contrastar los datos obtenidos con un trabajo científico independiente, la Autoridad Portuaria de Tarragona y la Universidad Rovira i Virgili firmaron un convenio de colaboración cuyo resultado es el proyecto Caracterización de la calidad del aire en el Puerto de Tarragona y evaluación de su impacto ambiental. El encargado de la elaboración de este estudio es CROMA – Grupo de investigación de cromatografía y aplicaciones ambientales de la URV.
Los objetivos que se plantea este trabajo, que inició las mediciones en 2010 y, a partir de 2011 ha presentado resultados anuales, son evaluar las concentraciones de los contaminantes atmosféricos mayoritarios y comparar los resultados con los obtenidos en otras estaciones de El Camp de Tarragona. Asimismo, también hacen control en continuo de las concentraciones de partículas y monitorizaciones mensuales de la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV).
Contaminantes mayoritarios siempre por debajo de los límites legales
Los resultados recogidos en los catorce informes presentados desde 2011 y hasta este año (periodo de estudio 2010-2024) evidencian que las medias anuales de presencia de contaminantes mayoritarios nunca han superado los límites establecidos por la legislación actual. En el estado español, el Real Decreto 102/2011 regula, entre otros, la presencia de contaminantes mayoritarios en la atmósfera en zonas de inmisión.
Dióxido de nitrógeno
La media anual de dióxido de nitrógeno en el Puerto de Tarragona es de 18,9 μg/m3, según el estudio elaborado por CROMA. En ninguno de los doce meses, se ha superado el límite legal de 40 μg/m3, siendo el mes de diciembre, el que presenta un valor más elevado (37 μg/m3). En este sentido, los investigadores detallan que en los meses de invierno, debido a temperaturas bajas e inversión térmica, la concentración de NO2 es más elevada. Por lo tanto, los valores de estos contaminantes están más determinados por las condiciones atmosféricas que por determinadas operativas que se puedan llevar a cabo en el Puerto. En este sentido, la presencia de cruceros, que se produce entre los meses de abril y noviembre, no está directamente relacionada con un incremento del NO2. De hecho, en los meses con actividad crucerística se registran los mínimos anuales.
En cuanto a los máximos horarios, la legislación actual los fija en 200 μg/m3, pudiéndose superar un máximo de 18 veces a lo largo del año. A lo largo de 2024, no es llegar a superar nunca este tope. De hecho, el máximo horario registrado fue de 103 μg/m3 el día 5 de diciembre.
El estudio también analiza la comparativa con otros lugares de la ciudad de Tarragona, gracias a las estaciones de la Red de Vigilancia y Previsión de Contaminación Atmosférica (XVPCA) de la Generalitat de Cataluña, situadas en el Parque de la Ciudad, Universidad Laboral y Buenavista. Los resultados revelan que en los meses de enero y febrero de 2024 la presencia de NO2 fue superior al Parque de la Ciudad que dentro del recinto portuario.
Asimismo, la evolución interanual confirma el descenso de la presencia de NO2 en el aire iniciada en 2022, cuando se pasó de unos valores que se situaban en torno a las 30 μg/m3 de media anual, a tener ahora una media en torno a los 20 μg/m3.
Dióxido de azufre
En el caso de la concentración de dióxido de azufre (SO2), la media anual registrada en el Puerto de Tarragona fue en 2024 de 0,03 μg/m3, una cifra muy por debajo del máximo legal que autoriza el Real Decreto 102/2011 que es de 350 μg/m3. La media diaria que establece la legislación actual es de 125 μg/m3. En el recinto portuario tarraconense, el día con mayor concentración de SO2 de 2024 fue el 15 de mayo con una media de 13,8 μg/m3. Asimismo, es destacable que en los meses de enero y febrero la presencia de SO2 en la atmósfera fue nula.
A estos valores, que se encuentran muy por debajo de los que establece la normativa vigente, hay que sumarle que desde el pasado 1 de mayo todo el Mediterráneo se ha convertido en zona ECA, con el objetivo de reducir al máximo la presencia de azufres en la atmósfera. Así pues, desde el inicio de este más todos los barcos que navegan por el Mediterráneo deben utilizar combustible con un grado de azufre inferior al 0,10% o contar con un sistema de limpieza de emisiones autorizado.
En cuanto a la comparativa con el resto de puntos de control de la ciudad de Tarragona, la concentración de SO2 siempre es considerablemente superior al resto de estaciones que a la del recinto portuario, si bien en todos los casos también se encuentran muy por debajo de los límites legales establecidos.
Ozono
Las mediciones de concentración de ozono muestran que la media octohoraria anual (las concentraciones de este compuesto se medidas por periodos de 8 horas) de 2024 fue de 38,6 μg/m3. El más con la media más elevada fue abril, con un valor de 67,6 μg/m3, una cifra muy por debajo de los 120 μg/m3 fijados por los Reales Decretos y también por debajo de las recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud, que establece la media de concentración en 100 μg/m3.
Nuevamente, la comparativa con las cabinas atmosféricas urbanas (en este caso se hace únicamente con la del Parque de la Ciudad) muestra cómo las concentraciones de ozono son superiores en el entorno urbano que dentro del Puerto.
Monóxido de carbono
Por último, el estudio analiza la concentración de monóxido de carbono. La legislación determina que el valor límite es de 10 μg/m3. La media anual en el Puerto de Tarragona es de 0,41 μg/m3. El más con una media más elevada fue en octubre, con un valor de 2,29 μg/m3 y la máxima concentración en un periodo de 8 horas se registró el 6 de octubre, cuando se llegó a una concentración de 8,09 μg/m3, una cifra dos puntos por debajo de los límites legales.
Electrificar los muelles, clave para la descarbonización del Puerto
Aunque las cifras recogidas por este informe determinen unos niveles de calidad atmosférica muy por debajo de los topes legales, Port Tarragona tiene un compromiso firme con la descarbonización de la actividad logística y portuaria. Uno de los proyectos primordiales es la electrificación de los muelles. Actualmente, está trabajando en el proyecto para la electrificación del muelle de Baleares. Se prevé que comience el próximo año con el objetivo de que en 2028 los cruceros que atraquen en este muelle puedan conectarse directamente a la red eléctrica y, por tanto, puedan detener los motores durante su estancia en puerto, lo que reducirá drásticamente las emisiones de compuestos contaminantes a la atmósfera. Posteriormente, se procederá a la electrificación de los muelles de Cantabria y Andalucía.
La inversión ya comprometida para la primera fase del proyecto, que cubre una potencia de 8 MW, asciende a 21,85 millones de euros (sin IVA). A esta cantidad hay que añadir una segunda fase prevista de 12 MW adicionales, que completaría la infraestructura hasta alcanzar los 20 MW totales. Esta ampliación supondría una inversión estimada de 12 millones de euros adicionales, situando la inversión global del proyecto en torno a los 33,85 millones de euros.
Con la electrificación de estos cuatro muelles, Port Tarragona no sólo se alineará a la estrategia estatal en materia de electrificación portuaria y cumplirá las directrices europeas, sino que hará un importante paso hacia un puerto desfosilizado y neutro de emisiones.