Càritas Girona denuncia el “racismo inmobiliario” que afecta a muchos inmigrantes que intentan acceder a una vivienda y que “lo tienen aún más complicado” por el hecho de no haber nacido en el Estado.
La entidad ha hecho este grito de alerta a través de un homenaje al joven que murió el pasado 15 de abril al precipitarse de un segundo piso, que había ocupado con un compañero. La víctima, que tenía trabajo estable en Girona, “se vio obligado” a ocupar porque hacía muchas semanas que vivía en casas de amigos, después de que lo desahuciaran del piso donde se estaba con otras personas. Los amigos han revelado que el joven no quería ocupar inicialmente, pero que lo acabó haciendo por “desesperación” y han criticado las informaciones en redes sociales que aseguraban que quería robar.